Carlos Regalado.
La conciencia nacional viene en nuestra busca, es posible que desborde y se desarrolle fanatismo nacional nuevamente, pero ante los desórdenes naturales poco podemos hacer más que intentar que no nos coja el golpe cuando este llegue.
Gobiernos desnaturalizadores crean un efecto invisible de auge nacional, y ese proceso ya ha empezado. De ahí las prisas del globalismo. El Brexit y Trump fueron dos claras evidencias de ello.
El que crea que Vox ha agitado el nacionalismo en España se equivoca, el auge nacional profundo es algo que ya se venía dando como respuesta ante los atropellos del régimen de partidos y del establecimiento socialdemócrata , Vox solo se posiciona para intentar absorber algo del fenómeno, pero el fenómeno le queda grande a cualquier partido estatal actual, ya que las costuras del régimen partidocrático son limitadas para lo que se viene.
Yo afirmo que todo lo que vivimos a nivel covidiano es en pos de reconducir ese proceso de emergencia nacional que se había iniciado de forma natural, sin que nadie lo provocara positivamente. Es la reacción al globalismo desnaturalizado y a todos sus vicios la que se intenta frenar. La inmigración insumisa es uno de los muchos vicios de este globalismo reinante.
En algún momento aparecerán líderes que hablarán sin ambages el idioma que el pueblo quiere oir, y ese idioma sonará a cantos celestiales para un pueblo cansado ya de las mismas proclamas interesadas que hoy nos aturden y desazonan. Tened fe, y esperad con calma, el proceso de emergencia nacional es un hecho, la reacción para reconducir también, pero ¿quién puede reconducir un tsunami cuando este empieza? Cada oleada trae más y más despiertos.
Incluso los EEUU como actual hegemón temen ese renacer nacional más allá de sus fronteras. Ya que eso puede traer brotes de insubordinación fundante por doquier, y eso es un problema para el imperio.
Y me inclino a pensar que el tema de la vacuna, el 5G y etc… cobra sentido cuando se le analiza desde un punto de vista geoestratégico. El imperio reinante no puede vivir de espaldas a las nuevas tecnologías para el control efectivo del imperio. Con el surgir de una nueva tecnología de coerción siempre surge un proceso de desborde de las reglas del juego establecidas hasta la fecha, ya que esa novedad promueve un nuevo establecimiento regulador, los desmanes son normales cuando se intenta implementar un nuevo aparato coercitivo, y luego la práctica va apaciguando las aristas hasta hacer a este aparato coercitivo aceptable. Si uno observa una autopista con todos sus controles, radares, cámaras, puede vislumbrar hacia dónde nos dirigimos. Nos quieren geolocalizables, el mayor estado policial conocido hasta la fecha, pero sin policías.
Y como todo avance tecnológico, no se puede revertir, como el estado moderno por ejemplo, las cabezas más avanzadas tendrán que pensar cómo encontrar el camino a la libertad política dentro de este nuevo paradigma tecnológico para el control de la ciudadanía (como controlar al controlador ¿serà suficiente con la separación de poderes y la representación política? ) . El estado moderno perfecciona su capacidad administrativa hasta cotas insospechadas.
El tablero conocido hasta la fecha ha sido derribado, y un nuevo estado se abre paso, es el ESTADO TOTAL, este sí, de verdad. Es la tecnología la que hace avanzar al estado administrativo. Y este ha llegado a su punto de desarrollo absoluto con esta última actualización.
Agárrense porque vienen curvas.