Josep Sansano.
Como ya adelantábamos en el artículo anterior, la investigación de la fiscalía alrededor de la antigua sede de Vox en la calle Nicasio gallego 9, no hizo más que destapar la caja de los truenos. Lo que a priori parecía un simple caso de presunta administración desleal y malversación, en beneficio del tesorero de Vox, Víctor González Coello de Portugal, ha terminado revelando una compleja trama de sociedades pantalla y tejemanejes económicos que ya ha salpicado a la tríada que gobierna a Vox en la sombra al completo, culminando con la destitución el pasado día 30 de junio de 2021, de Kiko Méndez-Monasterio como asesor parlamentario del grupo, aunque promete no detenerse ahí.
La sociedad luxemburguesa del tesorero de Vox, propietaria del inmueble reformado a costa de los afiliados paganinis de la formación, no es la única vinculada con la dirección de Nicasio Gallego. Gabriel Ariza Rossy, hijo del periodista y fundador del quebrado grupo Intereconomía, Julio Ariza, colaboró estrechamente con Kiko Méndez-Monasterio en las reuniones para traer al ISSEP de Marion Maréchal Le Pen a España y acomodarlo en la antigua sede durante sus primeros pasos, colocando en el centro de formación, a cuantiosos cargos de Vox como gratificación por los servicios prestados. Una vez la señora Le Pen localizó una nueva ubicación, fue el propio Gabriel Ariza, quien pasó a ocupar el local como sede social para sus numerosas empresas de nueva creación (ninguna anterior a 2018).
Curiosamente, todas estas sociedades, administradas únicamente por el joven Ariza, cuentan en muchas ocasiones con el señor Méndez-Monasterio como adlátere en la sombra. Del mismo modo, la mayoría son meras empresas instrumentales sin más actividad que la de prestar servicios al partido de Abascal y a sus satélites, destacando entre todas, Tizona Comunicación SL.
Esta sociedad, creada como las demás en 2018, se dedicaría supuestamente a prestar servicios de asesoramiento y comunicación interna al partido de Abascal y por supuesto a todo aquel que la quiera contratar, aunque esto último se antoja difícil, puesto que su web se encuentra vacía desde la compra del dominio en 2019 y en mantenimiento durante el 2021, sin más contenido que un formulario de contacto sin ninguna dirección de email vinculada, como revela el código fuente del sitio web o el enorme mensaje de ERROR que aparece al tratar de enviarles un mensaje. El propósito de servir a Vox en exclusiva es tan evidente y chapucero, que la marca de Tizona tampoco se registra hasta el año 2020 (coincidiendo con su traslado a la nueva sede de Nicasio Gallego) pese a que la empresa ya acumulaba dos años de supuesta actividad.
Numerosos cargos de Vox han confirmado a este medio que efectivamente, han recibido comunicaciones internas con el membrete de Tizona (sobre todo en el 2019), pero que estas se reducían a un pobre resumen de prensa sin más valor que una búsqueda de noticias en Google, conociendo sin embargo, el hecho de que el partido pagaba elevadas sumas por este cuestionable asesoramiento.
Otros cargos públicos han ido más allá, afirmando recibir precisas directrices desde la dirección nacional de la formación de Abascal, sugiriéndoles facturar servicios de marketing inexistentes a esta empresa para que el partido pudiera quedarse con aquellas subvenciones públicas que de otro modo deberían reembolsar al erario público, lo que de confirmarse constituiría una malversación de fondos públicos similar a la del caso Neurona de Podemos, mediante el empleo de facturas falsas o hinchadas, además de una actitud repulsiva en un partido que dice representar la limpieza en las instituciones.
Nicasio Gallego no solo alberga actualmente la sede de estas presuntas sociedades pantalla, sino la de otras que ejercen como holding o gestoras de las actividades del entramado de los Ariza, como la sociedad “Nicasio gallego 9 SL”, cuya ambigua actividad consiste de acuerdo al registro mercantil en “Otras actividades de apoyo a las empresas n.c.o.p.”, o “Lepanto Estrategy SL”, creada para el desarrollo de portales web, como el inoperativo sitio de Tizona Comunicación.
Por si los intereses económicos de la familia Ariza no estuvieran lo suficientemente claros tras las opacas actividades económicas que rodean a Vox, la empresa Hadoq SL, propiedad de Julen Ariza, el otro hermano de Gabriel, también prestaría servicios de posicionamiento web a Vox y a sus filiales, como el sindicato Solidaridad, cuya web adquirió.
Más allá de la notoria desfachatez que supone convertir Vox en el chiringuito personal de una familia. todo este entramado no sería ilegal per se, si no fuera porque en el proceso, se han colocado en las empresas de los Ariza a figuras del partido con evidentes intereses cruzados, posibles incompatibilidades, y sobre todo, porque los hermanos Ariza estarían enmascarando la verdadera participación del patriarca.
Julio Ariza quebró el grupo Intereconomía dejando a cientos de trabajadores en la calle y sin cobrar, declarando una suspensión de pagos con una deuda de más de 19 millones de euros mientras que mantenía otras empresas que si daban beneficios y que rápidamente colocó a nombre de sus hijos. Del mismo modo, estos hacen ahora de pantalla, con la complicidad y colaboración necesaria de Vox, evitando que los acreedores reclamen al señor Julio Ariza las cantidades millonarias que adeuda, en un entramado que presuntamente podría ser calificado, tal y como ya hicimos desde este medio, de estafa y alzamiento de bienes culposo.
La excusa de Julio Ariza, será probablemente, que él ya no está envuelto en estas actividades, que corresponden en exclusiva a sus hijos, pero la mentira es insostenible. Decenas de cargos de Vox han afirmado que Julio es omnipresente en las reuniones más importantes del partido, e incluso este medio ha podido tener acceso a imágenes de alguna de ellas, como la mantenida en estricto secreto en Valencia con el grupo parlamentario de la formación en les Corts, y que gracias a la indiscreción de sus miembros, les mostramos en exclusiva.
Pronto les informaremos de mucho más, en una jugosa parte III en la que terminaremos de retratar los tentáculos de Vox.