Virginia Montes.
El enclave español en suelo marroquí, la ciudad de Ceuta, ha sido durante semanas el objetivo de repetidas oleadas de inmigrantes ilegales que intentan, a menudo con violencia, cruzar la frontera. Una situación que le cuesta caro al gobierno local.
La situación se vuelve insoportable en Ceuta, un enclave español en suelo marroquí. Durante semanas, la ciudad ha sido objeto de llegadas masivas de migrantes, que a veces se cuentan por miles. Si bien las fuerzas de seguridad y el ejército están conduciendo a la mayoría de estos inmigrantes ilegales de regreso al otro lado de la frontera, varios miles de ellos se encuentran actualmente alojados y alimentados dentro del enclave mismo. Además de los problemas de inseguridad que plantean estos ilegales que deambulan por las calles de Ceuta, esta situación le está costando caro al Ayuntamiento. Así lo anunció el titular de su ejecutivo, Juan Vivas, citado por el medio marroquí Bladi . Los 3.000 inmigrantes ilegales, entre ellos un millar de menores, que actualmente alberga la ciudad le costarían cerca de tres millones de euros al mes.«Una suma insoportable» , asegura Juan Vivas, que ruega al Madrid que intervenga para garantizar «la seguridad y la tranquilidad» de los habitantes de Ceuta.
Para remediar la trágica situación de los ceutienses, Juan Vivas (miembro del Partido Popular, de derecha), es una fuerza de propuesta. En primer lugar, sugiere que el gobierno central devuelva a la frontera marroquí a todos los principales ilegales, es decir, unas 2.000 personas. Una decisión que él mismo justifica por las difíciles condiciones de vida de los migrantes alojados en Ceuta. Además, el jefe del gobierno ejecutivo de Ceuta pide una entrada urgente de la comunidad autónoma en el espacio Schengen, con el fin de aprovechar las fuerzas europeas de defensa de fronteras (Frontex). La desesperada situación de Ceuta consiste, según Vivas, en una «oportunidad que no se desperdicia» , ocasión de una «decisión de importancia histórica». No obstante, añade Bladi, Vivas precisa de todos modos que pretende que Ceuta mantenga su «régimen económico y fiscal especial» .