Josep Sansano.
El acto de Vox en la Universidad de Alicante el pasado viernes 28 aún trae cola. El “diputado obrero” David García Gomis, aprovechó las redes sociales para denunciar una presunta agresión contra su persona por parte de los manifestantes comunistas que acudieron a la charla con Macarena Olona en la facultad de periodismo.
Según García Gomis, al dirigirse a su coche una vez terminado el acto, un grupo de quince radicales de extrema izquierda lo reconocieron y rodearon, zarandeándolo y agrediéndole, consiguiendo salvar el cuello por los pelos. La realidad, es bien distinta. Este diario ha podido hablar con 2 testigos de la agresión que matizan mucho las palabras del diputado.
Al parecer, los radicales de izquierdas sí que increparon al señor García Gomis, pero los motivos, más que ideológicos, fueron de índole personal. García Gomis, amparado por el impresionante cordón policial que rodeó la puerta de la facultad al comienzo del evento, se dedicó a fotografiar y burlarse de los escasos manifestantes que allí se apiñaban, por lo que estos, al finalizar el acto, lo confrontaron a la salida exigiéndole el borrado de las imágenes.
Según relatan los testigos a este medio, la actitud de García Gomis, ya sin la veintena de agentes de la guardia civil como barricada, cambió completamente. El diputado, “sin miedo a nada ni a nadie”, como proclama en sus redes, casi mojó sus pantalones al ver a aparecer a tres o cuatro izquierdosos caminando en su dirección. Sus jornadas maratonianas de gimnasio y su experiencia previa en empresas de seguridad donde “protegía y servía” se esfumaron en un instante, forzando a su acompañante, el veterano general Manuel Mestre, a intervenir y confrontar a los manifestantes, calmando los ánimos y evitando una verdadera agresión, que de ningún modo llegó a producirse. El presidente del frente estudiantil (FEU), uno de los grupos de izquierdas organizadores de la manifestación, ha expresado al diario Información la misma versión de los hechos.
Esta no es la primera vez que García Gomis emplea el victimismo en redes sociales para tratar de hacerse un hueco en los medios y propulsar su ambición política de ocupar un escaño en el congreso de los diputados. En Mayo, el diputado obrero, con una estrategia similar, también denunció en twitter el envío de notas amenazantes contra diputados de Vox, pero en esta ocasión, el engaño fue tan burdo, que los twitteros rápidamente lo desenmascararon, dejando en evidencia el pobre photoshop con el que García Gomis trató de engañar a sus seguidores y votantes, al pegar las letras de la nota, sin ni siquiera disimular que estas no se doblaban con las arrugas del papel.
Llama poderosamente la atención que Vox, el mismo partido que cuestionó las balas en el correo de Pablo Iglesias durante las elecciones madrileñas acusando al político de oportunista, no haya pedido a García Gomis ninguna prueba de las agresiones, o al menos una denuncia previa ante la policía, antes de manifestarle su apoyo incondicional en redes, al igual que resulta atronador el mutismo alrededor del papel del general Mestre, quien también se vio envuelto en el suceso, actuando a sus 69 años como el verdadero héroe al enfrentarse y calmar a los radicales en defensa del mismo diputado que lo llamaba meses atrás “enano de mierda” en las reuniones con afiliados.
El altavoz mediático que el grupo Libertad Digital ha prestado al suceso, según parece, por orden de Madrid, refuerza el persistente rumor de que Abascal planea sustituir muy pronto a Vega, colocando en su lugar a su amigote de senderismos.