Alfonso de Urbina y de Arróspide. Columnista de Rambla Libre.
La España del 2050 no la va a reconocer ni el progenitor B que la parió.
Los españoles descendientes de españoles vivirán en guetos para expiar sus pecados, esa raza de tragalaris de chuletones, toreros y borrachos irá extinguiéndose en el aislamiento de sus reservas. Una fértil sociedad verde e inclusiva dirigida por la santa ley de los ulemas se habrá extendido por todos los rincones de la península (lo que incluye a Usúrbil y a Pozuelo de Alarcón por cierto).
Y cuando algún afortunado habitante de la Península levante sus ojos al cielo y vea la estela de una estrella solitaria se sentirá reconfortado al saber que el Falcon de su Caudillo Redentor surca los cielos.
Amen.