Enrique de Diego.
No sé que te has creído, ni qué lectura haces de los resultados de Madrid, pero eres un mindundi y una pesadilla, Juan Manuel Moreno Bonilla. Ni tienes hechura, ni agallas, ni redaños, eres un pobre hombre, un centrista acomplejado. Dices que respecto a los menas tenemos «una obligación legal y una obligación moral», con esa sonrisa impostada de soplapollas. Tú, gilipollas, tienes la obligación ética ineludible de devolver a sus familias fuera del territorio nacional, y más aún habiendo participado en la invasión de Ceuta.
Con ese engendro de consejera de Igualdad y Políticas Sociales, Rocío Ruz, de la escombrera de Ciudadanos, que ya no representa a nadie. Y que lo primero que hizo fue meterse por escrito con la Semana Santa de Andalucía: El Periódico de Huelva, en el que afirmabas que «no me vendáis la burra de la religiosidad profunda. Las procesiones de Semana Santa son desfiles de vanidad y rancio populismo cultural». Bien dispuesta a vender tu propia burra añadías que las procesiones son un «espectáculo tenebroso» «rescatado de la historia medieval», y añadió que son «una exitosa puesta en escena turística y una demostración que tiene la gente de pan y circo«. Esta es la amiga de los menas, que se ha llevado trece de Ceuta y ha puesto el grito en el cielo, muy bien hecho, Vox.
Lo tienes todo, hasta de chorizo, Bonilla. Menudo psicópata “er nocilla”. Y para más inri tu mujer trabaja en Bidafarma, la cooperativa farmacéutica que gestiona las vacunas. Eso no más en un país serio daría para dimitir.