La obra presente arranca con fuerza y espíritu patriota. Italia, centro del libro, debe su protagonismo a la eclosión de su propio movimiento soberanista identitario, provocando un fuerte impacto en los medios y en la sociedad desde las elecciones en los debates compartidos, encabezado por Mateo Salvini.
Miklós Cseszneky, autor del prólogo, presenta fielmente en los párrafos finales al señor Fernández como autor instruido en su profesión y experto de renombre internacional en los movimientos identitarios contemporáneos. A consecuencia de tal maestría y en este trabajo, don Sergio “pone en perspectiva la transformación soberanista e identitaria de la política italiana”.
Dicho prólogo, en primera persona y, por ende, cercano, comienza exponiendo una situación típica entre clases y razas, vivida en sus propias carnes. Arrancando del pasado, no teme en reproducir una frase proveniente de una compañera de viaje: “Este país ya no se parece a la Italia que me vio nacer, pero Salvini nos lo devolverá a los italianos”. A su vez, las palabras ‘Nuevo Orden Mundial’ resuenan en la historia con las declaraciones de Francis Fukuyama en el contexto citado.
Crítico pero prudente, don Miklós expone la línea de salida de esta publicación con su opinión tras la caída del Muro de Berlín y la democratización de los países del antiguo bloque socialista. Eufórica su tierra natal, Hungría y demás pueblos libres del comunismo, ya sabían que la solución prometida -o impuesta- consistía en el devenir de los miembros de la UE y la OTAN. Obviamente hubo detractores, algo que el señor Cseszneky comenta entrando en detalle con la teoría de Huntington y, posteriormente, exponiendo qué relevancia tienen las cuestiones de identidad entre la masa. No podría faltar, por supuesto, la política de identidades, la cual “en vez de superar los conflictos y prejuicios del pasado, no hace más que crear nuevas divisiones dentro de la sociedad a base de teorías acientíficas (ideología de género) o propuestas y conceptos claramente racistas (cuotas raciales, apropiación cultural)”. Al fin y al cabo, como don Miklós apunta, “el asunto de la soberanía nacional está estrechamente ligado a los temas de identidad”.
Mateo Salvini, acorde a este prólogo, guarda unas ideas y una trayectoria núcleos de la política italiana y europea. La Liga (e Il Capitano, figura importantísima de la república italiana) está marcada como la fuerza política más popular del país cisalpino.
Autor principal y prologuista, mantienen una carrera nada envidiable si comparamos al uno con el otro pues ambos son europeos intelectuales y brillantes; en el caso de don Miklós sus pasos no conocen límites en ámbitos como la docencia y la psicología. Actualmente es colaborador de medios de comunicación internacionales en donde explota sus polifacéticas habilidades. El señor Fernández por su parte es profesor titular, historiador y doctor en Sociología. Director de ‘La Razón histórica’, y escritor presente en los medios, guarda franca experiencia en Política social, Identidades e Historia de las Ideas.
El libro se divide en dos partes -si obviamos el prólogo- las cuales están fragmentadas en cuatro puntos que coquetean con el idioma italiano, manteniendo así una esencia natural de patriotismo. Zambulléndonos sin complejos, comprobamos que Salvini no tarda ni una hoja en aparecer. A partir del segundo párrafo se disecciona desde la antigua ‘Lega Nord’ la cual “modificaba definitivamente el Estatuto nacional del partido y su identidad histórica, dejando atrás la original Lega Nord (…)”, empezando fuerte al pronunciarse sobre lo que conllevó una transformación político-ideológica según don Sergio. La llegada al poder de este movimiento habría sucedido con los determinados apoyos [y condiciones], y los meses pertinentes, emprendiéndose de esta manera Salvini con el ambicioso proyecto de convertir a Italia en “el primer país Occidental con un gobierno encabezado, o dominado, por el soberanismo identitario, aupado de nuevo por las encuestas y por impactantes victorias electorales en feudos tradicionalmente socialdemócratas (como en la región de Umbría)”. Aunque no por ello el señor Fernández insiste que es la única manera de llegar al soberanismo o patriotismo identitario, sí que remarca el despectivo término con el que se le reconoce. Al fin y al cabo, tal y como apunta en ‘SOBERANO O COLONIZADO’, la soberanía es (además de perseguida y vapuleada), “en nuestra era globalizada, el adjetivo calificativo de la pretensión a la libertad efectiva de un colectivo con identidad propia y raigambre histórica (…)”.
Sin dejar de lado su incisiva dialéctica, lanza unas breves reflexiones con carácter apurado en ‘LO NUESTRO O LO IMPORTADO’, centrándose en la definición de los conceptos y los detalles que el discurso arrastra.
Desde ‘EL PODER O LA OPOSICIÓN’ podemos también observar el juego verbal sobre los numerosos sectores, así como la actitud vista en la contienda electoral. Sus herramientas -nada extraordinarias- funcionan con vigor hasta ayudar a alcanzar un afanoso objetivo: “Algunos de ellos han conquistado el poder, otros forman parte de pactos de gobierno, muchos son el primer partido de la oposición, aunque bastantes se han caído por el camino no cumpliendo las expectativas u olvidando parte de sus principios”. La vía más persistente, señalado por don Sergio, es la de la “comunicación directa en las redes sociales, búsqueda polémica mediática, uso de símbolos y mensajes llamativos”.
A partir del primer bloque de la segunda parte, el libro se torna más interesante; se estrena aquí rescatando conceptos ya verbalizados durante el desarrollo de puntos pasados, como ‘capitán’, comenzando con la explicación de cuán necesaria es la figura de un líder imponente ante los problemas acuciantes. Don Sergio relata, honesto a las exigencias de las circunstancias, la estrepitosa explosión del “viejo bipartidismo liberal (…) y socialdemócrata” de Silvio Berlusconi y Romano Prodi, debido al fallido experimento renovador de Matteo Renzi y “la eclosión del anunciado como antisistema Movimiento Cinque Stelle’. Es a partir de este punto en el que el autor continúa despedazando las sombras que silencian los datos sociopolíticos sobre el círculo previamente anunciado.
Más adelante vuelve a mencionar a Salvini para compartir la peculiaridad del movimiento soberanista que conducía más allá de epítetos nada esquivos, contando con frases sencillas y elegantes en qué consistía su estrategia; sigue línea a línea presentando los pilares en los que se sustenta y cómo llegó incluso a superar a la ‘Forza Italia’.
Así pues, profundizando don Sergio más aún en este apartado, explica cómo Salvini dejó atrás -junto con su grupo de colaboradores- “la Vieja Liga Norte de Umberto Bossi, influida por la masonería anticatólica (…) Una formación minoritaria, a modo de coalición de masones, empresarios, regionalistas y oportunistas siempre preparados para obtener poder y hacer negocios…”.
Si con el prólogo, título o breve sinopsis de ‘El cambio soberanista de Italia’ suponemos que estamos ante un documento superfluo y propagandístico sobre la personalidad de don Matteo, caeríamos en error. El señor Fernández ahonda en sus pasos más significativos cronológicamente y con una postura escrupulosa. Con ‘LA CONVERSIONE’ entramos en su etopeya, observando cómo se definió como una persona necesitada de cambios, de conversión, la cual fue una mutación ideológico-política tan evidente que para quienes supuso algo necesario y sincero, ignoraron las opiniones contrarias que afirmaban ser una brillante estrategia de imagen. Teñida por lo radical, sus extremos la hacían destacar sobre todo lo demás: “Comenzaba una gran transformación, donde la Lega era italiana o no sería formación de impacto, o era soberanista o desaparecería finalmente”.
Por otro lado, en el apartado ‘PRIMA GLI ITALIANI’ se comienza rememorando las palabras de la primera declaración pública de Salvini en la campaña electoral. No resultó fácil al principio -acorde al autor- pues durante el primer año en el poder, buena parte del M5S se opuso sistemáticamente a su agenda política; “contra las mafias de inmigrantes ilegales (…) frente al envejecimiento demográfico…”. La polémica habría estado servida con las apariciones de Salvini, bien por el exagerado odio o la ferviente admiración que procesa su persona. Lo que queda patente es el exorbitante número de simpatizantes o seguidores que acumulaba en comparación con los otros políticos italianos o incluso europeos.
Ofreciendo nombres, apellidos, datos e incluso fragmentos del discurso original de los pertinentes citados, el señor Fernández desmenuza la concepción y culminación de La Lega mostrando con ello los enemigos y amigos de don Matteo, y el porqué de esa relación. Mientras La Lega crecía vertiginosamente, llegaban críticas por otras vías, se vociferaban declaraciones vía RRSS y había una controvertida guerra ideológica: “Para Salvini en esta plaza no hay fascistas, racistas (…) La diferencia está entre quienes hablan del futuro y quienes hablan del pasado porque no tienen ni idea del futuro. No es ultraderecha, es sentido común”.
En el último bloque del libro, conocido como ‘IL CARROCCIO’, se habla del símbolo de libertad e identidad que supuso tal icono para las ciudades, usado por La Lega lombarda frente al expresionismo del Emperador romano-germánico, hasta el punto de ser el apodo de la misma Lega. Incluso Salvini “colocó el suyo propio por primera vez en Roma, simbólicamente, cuando los leghistas llenaron la Piazza del Popolo con ciudadanos de las ciudades del norte y del sur (…)”.
Leal al título del libro -y para concluir-, sus páginas se ocupan de exponer en qué consistió ese cambio soberanista, realizando un repaso eficaz y severo en los episodios que comprende este hecho histórico. Ofreciendo una trama, los preliminares salvan a cualquiera de viajar a la deriva. Por otro lado, aunque el discurso de ‘El cambio soberanista de Italia’ no excede en tecnicismos y se caracteriza por carecer de filtros y expresiones vacuas siendo así benévolo para cualquier lector, pueden resultar un tanto incómodos los fragmentos en italiano por no adjuntarse una traducción, pese a la buena intención de don Sergio de trasladarlo a su idioma original para conservar lo fidedigno de la fuente. Por lo demás, la sinceridad con la que narran los hechos no sólo resulta reveladora, sino que incita a continuar averiguando más al respecto, así como a plantearnos las teorías oficialistas vertidas por los medios de comunicación.