Luis Bru.
La elección de la polémica abogada Cruz Sánchez de Lara para los Reconocimientos de la Comunidad de Madrid con motivo del 8 M, Día de la Mujer Trabajadora, ha sido el último acto de servilismo de Ignacio PaniAguado hacia Pedro J Ramírez, auténtico ‘presidente’ en la sombra de Ciudadanos. Inmediatamente después de ese acto, se desató la tormenta que llevó a la convocatoria de elecciones y que ha tenido una primera víctima: el ex vicepresidente ni siquiera concurre a las elecciones. Su partido le ha considerado quemado y una oferta perdedora.
El tándem Pedro J-Cruz ha resultado ser gafe para Ignacio PaniAguado. «Era una elección de ocho nominadas y Aguado puso el máximo interés. Se entendió como una cuota de Ciudadanos», señala una fuente del PP. La elección no pasó desapercibida para Vox, partido al que Pedro J ha lanzado sus más duros dicterios y frente al cual es favorable a un cordón sanitario. En Vox calificaron a Cruz la «bien premiada». La mitomanía y el afán de protagonismo de la esposa, de un sumiso Pedro J a sus caprichos, es legendaria. Movió Roma con Santiago para recibir un premio en Nueva York que había recibido el año antes, ésta sí por méritos, la diseñadora Agatha Ruiz de la Prada, de prestigio internacional.
La apuesta de Pedro J por Ciudadanos es igualmente conocida y por arrinconar a Vox. «A Inés Arrimadas la llama constantemente y a con Ignacio Aguado pasaba tres cuartos de lo mismo», apuntan fuentes internas del partido naranja. «No sé que le ha dado con Ciudadanos», comenta una persona que le conoce bien; incluso llegó a organizar una cena en su casa con la ejecutiva de las juventudes, a la que asistió su hijo, Tristán. Ha defendido, sin éxito, la «gran coalición» PSOE-PP, como forma de arrinconar a Vox y frenar su ascenso. Luego un tripartito PSOE-PP-Ciudadanos. Se le considera uno de los más firmes partidarios de la deriva hacia la izquierda de Ciudadanos y de las fracasadas mociones, como forma de entrega del partido naranja al sanchismo.
Una explicación es que Pedro J Ramírez siempre ha buscado el poder de la influencia y ahora que tiene poca, ha jugado contra Inés Arrimadas, que va para juguete roto, y con Ignacio Aguado, totalmente quemado. Quizás porque como Bárbara Chaplin, la esposa canadiense del malogrado editor Juan Tomás de Salas, en el libro de culto de José Díaz Herrera, «Pedro J al desnudo», «Pedro J Ramírez es un individuo amoral, un tipo sin escrúpulos, que lo que pretendía era utilizar el periódico para mandar sobre los políticos, que era su única ambición».
Ahora la Asociación Europea de Ciudadanos contra la Corrupción pide a Isabel Díaz Ayuso que retire la nominación a la polémica abogado, que tiene una extraña propensión a que sus clientas presenten denuncias falsas. La operación de Pedro J de promocionar a su mejor le puede salir rana, sobre todo si Vox cumple lo prometido y plantea la cuestión en el Gobierno de la Comunidad de Madrid.