Virginia Montes.
En una extensa encuesta publicada este domingo 10 de enero, Le Figaro desvela la extraordinaria influencia de los movimientos indígenas y racialistas en SciencePo Paris. Hasta el punto de que algunos alumnos y profesores se sienten amenazados.
«Incluso nos preguntamos si no es peligroso hablar de eso, para alertar a la gente de lo que está pasando» , dice un estudiante cuyo nombre Le Figaro se vio obligado a cambiar, para evitar represalias. Testificar de forma anónima, evitando represalias: esto casi se habría convertido en la norma en Science Po Paris, siempre que se tenga la desgracia de no apreciar las tesis racialistas, indígenas o decoloniales. “En los últimos meses hemos cruzado un hito muy preocupante” prosigue el alumno entrevistado. Según él, distintas organizaciones promotoras de las ideas mencionadas habrían aprovechado el encierro para aumentar su control sobre la famosa escuela parisina. Suscitando polémica repetidamente, a veces mediante una lista de lectura muy connotado, a veces pidiendo la organización de cursos obligatorios sobre «teoría crítica de la raza» y el privilegio blanco.
¡Incluso la UNEF se queja!
“En los últimos años, cada vez más estudiantes y profesores han defendido este tipo de idea”, lamenta Antonin Ferreira, también secretario general del grupo LR de Sciences Po Paris. Y el ex-Maître de midi para citar como ejemplo la asociación Salaam a la que acusa de involucrar habitualmente a miembros del «movimiento indigenista». Peor aún, muchos estudiantes se quejan de conferencias canceladas o interrumpidas por culpa de estos activistas de extrema izquierda. Así, en 2019, una conferencia de Alain Finkielkraut fue interrumpida por la asociación “Sciences Po en Lutte – Institut Clément Méric”, requiriendo incluso la intervención de la policía. Y el poder molesto de estos pequeños grupos es tal … ¡que incluso la UNEF ha acordado plantear el tema con Le Figaro ! «Por eso hemos intentado colaborar con ellos en el pasado, pero no es posible», suspira Thomas Le Corre, presidente del sindicato de estudiantes de Sciences Po. Y el joven prosigue:“¿Cómo quieres trabajar con gente que te dice que por ser blanco no tienes derecho a participar en la discusión? «