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Vox no es alternativa y su líder va camino de ser mera anécdota

Redacción




Ramón Peralta. Profesor titular de Derecho Constitucional, Facultad de Derecho de la Universidad Complutense.

La moción de censura presentada por Vox ha acabado en un sonoro y previsible fracaso. El líder de Vox expuso los lugares comunes de este partido, incluyendo una dura crítica al gobierno PSOE-Podemos, con ataques a la gestión de la pandemia, a la política económica, a los pactos con separatistas, a la ideología de género, etc…, una serie de críticas asumibles por amplios sectores de la población española contrarios a los planteamientos de izquierda radical. El problema es que Abascal no ha propuesto ninguna alternativa, ninguna verdadera reforma tan necesaria en cuestiones como el modo de elección del presidente del gobierno para que no dependa de una minoría de separatistas, el sistema electoral o el funcionamiento del poder judicial entre otros asuntos. político-constitucionales. Aquí está el problema: Vox no es alternativa, no plantea una auténtica reforma política que tanto necesitamos ya. Abascal ha propuesto que se convoquen ya nuevas elecciones, algo realmente ridículo tratándose de una moción de censura y en las actuales circunstancias.

El líder de Vox va camino de ser una mera anécdota, zarandeado y aplastado en esta extemporánea y mal planteada moción de censura. Pablo Casado se ha sumado a su eliminación política en el seno de un Parlamento partidocrático y tan poco representativo de los ciudadanos a causa de la actual legislación electoral. La poca cultura política de Abascal, su bajo nivel que comparte con su equipo dirigente, la inexistencia de un programa político alternativo en su exposición de la moción, le condenan a la «nada» política, el principio de su fin. Y Sánchez tan feliz con la penosa moción de Vox.