Esta inmundicia humana y toda su pandilla basura no engañan. Y si no engañan, ¿cómo es posible semejante sumisión ante el ataque frontal contra nuestra magna sociedad civilizada? España no es una república bananera…, aunque Maduro haya pagado a sus sicarios para convertirla en satélite europeo del bolivarismo, a la vez que se prostituye el desgobierno con Soros para convertir nuestro país en un gran prostíbulo de corrupción consentida con la Justicia amordazada. Eso sí, están auspiciados por Satanás, de ahí la confianza rastrera de estos patanes. Son capaces de todo tipo de artimañas con tal de continuar posando sus bajos cerebelos en las poltronas que se han agenciado muy seguramente por fraude electoral. Los indicadores de estafa del CIS intervenido, también en septiembre, son solo la punta del iceberg de un conglomerado delictivo que pasa por la intrusión en las instituciones y el amedrentamiento de los jueces independientes. De ahí que estos sinvergüenzas ya hayan colado ayer el anuncio de indulto a cuantos son susceptibles, desde la política delictiva, de apoyar los Presupuestos de estos intereses tabernarios impulsados por el execrable sanchismo; es de nauseabunda vergüenza ajena el olor a tufo continuado de corrupción que no pasa inadvertido para la prensa internacional en particular y Europa en general. No así en España incapaz de reaccionar en sólida unificación de férrea defensa. Incapaz.
Querido Padre, Sánchez es el sinvergüenza criminal por antonomasia, el de la ocupación sectaria en lo institucional con mercadeo electoralista a costa de las arcas públicas; el elemento del fraude personal y político hasta rozar el esperpento con sólida caradura capaz de colar un pucherazo electoral; usando argucias básicamente técnicas para agredir al espíritu de la Constitución, de la democracia en esencia, y colar resultados amañados reclamando para sí un gobierno aparentemente ganado en las urnas, previa cocina del CIS de Tezanos. Nada extraño siendo el PSOE el mayor orquestador de corrupciones nada comparables con el resto, a no ser las de los podemitas que en poco tiempo han dejado un rastro pestilente que se percibe desde sus orígenes.
Y si solo fuera eso, Papá, que huelan a mierda en este zoo sucio que se han montado. Amado y añorado Padre de mis entrañas, Pedro Sánchez, el paradigma vergonzoso de la corrupción moral en lo político y personal, es tu asesino junto al moñas que pretende un cambio de imagen, desgastada la coleta de tanto meterla en la fosa séptica donde se baña cada día. Son criminales que intervienen delictivamente un país maravilloso en las garras de un trepa de saunas gay; delictivo junto a un manipulador universitario y una nauseabunda amoral que se excitaba hablando con alcaldes en bragas mientras dilapidaba los recursos públicos en la corrupta Junta de Andalucía otrora socialista, aquellos recursos ganados con el sudor de la frente de los españoles; esos de los que decía no eran de nadie y están dispuestos a saquearlos una vez más arruinando al conjunto de los siempre esforzados trabajadores; destrozando el tejido empresarial porque les basta administrar la miseria mientras viven a costa del sacrificio de millones de víctimas.
Tanta basura humana y nos tocó en España, Papá, el espacio de experimentación del Diablo con esta siniestra que pagará sus crímenes cuando, a cada cuál, le toque rendir cuentas de sus malas siembras. En tanto, Dios quiera sobre la Tierra la Justicia y la cárcel, en consecuencia, que merecen. Los Ceaucescu acabaron peor siendo menos malignos para Rumanía. Los Ceaucescu, Papá.