Luis Bru.
Crece el malestar en las redacciones de Es Radio y Libertad Digital, sólo mitigado por el teletrabajo, que impide reunirse. Sobre todo aumenta la inquietud por el futuro de la empresa. Los trabajadores se sienten atrapados, pues si Libertad Digital SA falla el marcado carácter ideológico hace temer el vacío.
Mientras tanto a Losantos cada vez se le tuercen más las cosas. Ya no hace pie ni en el PP, el partido al que ha servido con vocación de lacayo el pivot de Orihuela del Tremedal y del que ha obtenido, en el pasado, pingües beneficios incluso de la caja B, por cortesía de Ángel Acebes y ejecución de Luis Bárcenas. En ese momento una joven argentina de la rancia aristocracia formada en Oxford era la jefa de gabinete del secretario general, Ángel Acebes. Cayetana Álvarez de Toledo fue puesta por Federico Jiménez Losantos, quien definió aquel momento como idílico en las relaciones con el PP. Es probable que Cayetana estuviera al tanto de las gestiones de Alberto Recarte, el recadero de Losantos, con su jefe y de éste con Bárcenas.
El retorno de Cayetana a la política como portavoz parlamentaria del grupo popular abrió la ficción de un Losantos de nuevo en horas altas en un PP en horas bajas. Pero la defenestración de Cayetana, víctima de su carácter y del error táctico de la unión con Ciudadanos, que ha resultado un fiasco en Vascongadas, deja a Federico sin una valedora en el PP y sin discurso. Así, de derrota en derrota, hasta el amargo final.