AYÚDANOS A COMBATIR LA CENSURA: Clicka aquí para seguirnos en X (antes Twitter)

FIRMA AHORA: El manifiesto contra el genocidio de los niños


Juan Carlos de Borbón es un corrupto y un cabrón

Redacción




Editorial.

La verdad es que el pueblo español ha sido engañado por un sistema corrupto desde el inicio, sustentado en un monarca que es un corrupto y un cabrón. El mismo día en que fue entronizado -no se sabe muy bien en qué consiste la ceremonia- cuando una serie de patricios monárquicos decidieron, en el despacho de José María de Areilza, dotarle de una fortuna corrupta mediante el monopolio de las importaciones del petróleo de las petromonarquías. En fecha bien temprana, envío una carta pidiendo diez millones de dólares al sha de Persia. Empezó entonces una escalada de lujuria y corrupción en gran escala, en la que participó el CNI poniendo a su disposición un chalet en Puerta de Hierro y nueve pisos francos para sus folleteos. Se pudo llegar hasta el asesinato en el caso de la joven actriz, embarazada, Sandra Mozarowski. El primer testaferro fue Manuel Prado y Colón de Carvajal. Los sablazos eran constantes en las audiencias; miles de empresarios españoles pasaron por sus compulsivas mordidas. Lascivia y corrupción fueron permitidas y toleradas por todos los presidentes del Gobierno, sin excepción, estableciendo una moralidad moral y legal. Las cúpulas de los periódicos conocían esos hechos, como el escándalo KIO, de estafa los kuwaitíes, y los ocultaban. Empezó así la más exitosa, canalla y tenaz operación de desinformación. El pueblo español ha sido tratado como imbécil, como menor de edad, en una ocultación consciente y pertinaz del sistema. Se han sucedido las fotos de la familia real, a pesar de que no había convivencia marital desde 1975 cuando Juan Carlos fue pillado in fraganti con Sarita Montiel en Quitos de Mora por la reina. Todo el periodismo español se ha sumido en el cortesianismo. Corrompido el monarca, corrompida la cabeza, todo el sistema se ha corrompido hasta los tuétanos. Se ha hablado como principio de legitimidad en la ejemplaridad de la familia real, como ha hecho el monárquico corrupto, Luis María Ansón, lo cual es una broma macabra.

NO TE LO PIERDAS:   Wilders: "Hay demasiada chusma marroquí en Holanda"

Esa conjura de silencio empezó a romperse con el incidente de Botswana y se ha roto completamente con las grabaciones de Corinna, publicadas por Ok Diario. Aún así hay lacayos como Francisco Marhuenda que hablan de una confabulación de Podemos y defiende a capa y espada la monarquía. Nada mejor para augurar su final. El que Podemos denuncie es una simple anécdota. Faltaría más que no denunciara. Lo relevante es lo denunciado, la veracidad de los hechos. Y hay que decir, para vergüenza nacional, que ha tenido que ser la fiscalía suiza la que ha puesto en berlina el escándalo. Juan Carlos de Borbón debe responder de sus delitos ante un tribunal popular e ir a la cárcel, si ese es el veredicto.

Tanto la izquierda como la derecha han encontrado en el argumento de la ejemplaridad de Felipe VI, un hombre sin carácter, que mantiene a su padre, que ha gozado de 40 años de inmunidad, más allá de la presunción de inocencia, en Zarzuela, viviendo en un bien de Estado, de todos los españoles, que aparecía como beneficiario de la corrupción de Juan Carlos, que de hecho se ha beneficiado en el día a día de la fortuna de su progenitor, que ha callado, al que no le conoce un gesto de denuncia. Felipe ha reaccionado un año después de los hechos. La complicidad y el silencio son abrumadores.

Toda la casta parasitaria se fundamenta en el monarca, corrupto de corruptos. Todos los privilegios de la casta son un mimetismo, un reflejo de los privilegios de la monarquía y de ese oneroso de la inmunidad concedida al monarca. De esa casta forman parte los periodistas, Francisco Marhuenda, un inútil y un bufón. No tiene ningún sentido mantener la idealización de la transición, un proceso garbancero, por el que crea la casta y da inicio el expolio del pueblo español, y específicamente de las clases medias. La mentira debe ser erradicada de la vida pública española. La monarquía debe ser eliminada y dar paso a la República Constitucional. Parafraseando a Ortega: Delenda est monarchia. Ya. Cuanto antes, más sufrimiento se ahorrará al sufrido pueblo español.

NO TE LO PIERDAS:   Las monarquías están absolutamente entregadas al globalismo: infecto Premio Princesa de Asturias a Gavi de Bill Gates