Enrique de Diego.
Vas a terminar mal. Eres un mentiroso compulsivo y patológico, de eso has dado palpables muestras, hiciste la última campaña contra el nacionalismo y como no te salieron los números volviste a ser más nacionalista que nadie, y de no poder conciliar el sueño si Podemos entraba en el Gobierno ahí está Pablo Iglesias de vicepresidente, aunque sea recurrente, eres como decía Groucho Marx: tienes unos principios, pero si no gustas, tienes otros; tú, tienes los contrarios. Pero nunca habías llegado tan lejos como inventarte, sacarte de la manga un «comité de expertos» inexistente; comité que saludaste, con la nariz más larga que Pinocho, con un tuit, que produce sonrojo, vengüenza ajena, ira e indignación: «la desescalada que ha comenzado será asimétrica, gradual, coordinada. Y, por encima de todo, estará guiada por la prudencia y el criterio de los expertos y científicos. A medida que progresemos en esa transición, avanzaremos también en la desescalada institucional». ¿Eres gilipollas o qué?
Según el propio Ministerio de Sanidad en respuesta por escrito: «no existe ningún comité de expertos encargado de la evaluación y que decida las provincias o territorios que pueden avanzar en el proceso de desescalada del confinamiento». Lo has hecho todo mal, no cerrando fronteras, como te pedimos en Rambla Libre el 2 de febrero; rematadamente mal, permitiendo, contra toda lógica y el sentido común, las manifestaciones feministas del 8 M, auténticos aquelarres, que han costado muchas vidas; luego, todo improvisación y chapuzas, jugando con la vida de los españoles; y luego un comité de científicos que ni siquiera existe, y que lo has traído, lo has llevado, y has descargado tus malditas decisiones. Hay muchos españoles que nunca van a olvidar tu nefasta gestión, la de los familiares de los muertos que ni tan siquiera han podido despedirse de ellos; que no te lo van a perdonar nunca. Vas a terminar mal, con esos payasos de Salvador Illa y Fernando Simón, el motero y surfista, que da grima recordar el bombardeo de mentiras y las meteduras de pata. Está muy feo mentir en la vida, pero en política hace perder credibilidad y tú no tienes ninguna. En otros países por cualquier mentirijilla se dimite, pero aquí dimitir es un nombre ruso. Y se dimite porque la mentira afecta a la legitimidad de ejercicio y se procura que no haya daños mayores, como los que a ti te han sobrevenir.
La caída del PIB que has conseguido con tu nefasta gestión es brutal, del 18,5% del PIB, el interanual, el 22,5%, cifras que sólo se han dado en la guerra civil. Y aquí no hay cañonazos, ni impactos de bala, ni bombardeos, ni ciudades arrasadas, aquí ya hay colas del hambre, gente que paga los alquileres, personas que están el ERTE sin otra expectativa que el ERE y la recaudación que se ha ido a la mierda y el dinero de la Unión Europea que os lo vais a fundir los de la casta y sus chiringuitos feministas y todo el rollo que no es más que un negocio corrupto, improductivo.
Así que te vas el 4 de agosto con el Falcon a La Mareta, que te gustas más los símbolos del poder que a un tonto un lápiz. tres semanitas, que no van poder disfrutar la mayoría de españoles; este años sólo vais de veraneo tú y la casta, que la España dolorida y sufriente, echa cuentas y no le salen. Y ahora vendrás los recortes, en el sueldo de los funcionarios, en las pensiones, ahora vendrá Pedro con las rebajas, que vas a hundir a la Unión Europea, y te van a invertir los «frugales» y los no tan frugales. En septiembre te espera la moción de censura de Vox, que crispará más el ambiente y será la espita de salida del descontento social. Ahí se manifestará toda la justa ira acumulada contra ti y los tuyos, los socialistas y los podemitas. Porque, a la postre, un pueblo no perdona que le mientan y le arruinen. Te has pasado de listo o de tonto.