Enrique de Diego.
Una denuncia por no obedecer la orden de no poner música en tu propio coche porque alterara el habitat del parque natural, pero, por ejemplo, estar con altavoces enormes en un parque público, llamado El Toril, alterando la paz del resto de vecinos y de los animales que rodean ese parque que está en una vía pecuaria no tiene ese rigor ni por parte del Ayuntamiento ni de las FCS.
La obediencia debida ya no existe y este tipo de denuncias selectivas tienen pinta de ser ordenadas por alguien ¿Por qué solo son así de exigentes en esa zona de Galapagar y no en ese céntrico parque, por ejemplo?¿Dónde se prohíbe poner música en tu coche o teléfono móvil?¿Dónde está el medidor de decibelios?¿Denunciar algo que no es denunciable sabiéndolo o ser arbitrario haciéndolo ahí y no en el resto qué es?
Señor Iglesias, si la música en un coche altera el habitat del parque natural ¿Qué hace su casa en medio del mismo? Ya sabe que a la mínima fiesta que de usted haga o ponga música muchos vecinos llamarán a esa misma Guardia Civil para que sean igual de estrictos con usted. Ni estamos en Cuba ni usted es Castro.
Estamos entrando en un terreno muy peligroso que mancha los derechos de los ciudadanos y hiere a nuestra democracia.