Javier de la Calle.
El coronel Diego Pérez de los Cobos deseaba con todas sus fuerzas ser general pero se ha quedado en héroe, tras avalar y permitir un informe judicial sobre las manifestaciones del 8 M para el juzgado de instrucción número 51, en el que la titular Carmen Rodríguez-Medel, hija de otro coronel de la Guardia Civil. El delegado del Gobierno, José Manuel Franco tendrá que pasar por sus manos el día 5 de junio, en calidad de investigado.
El coronel Diego Pérez de los Cobos (Yecla, 1964) quería ser general desde que salió con el despacho de teniente de la Academia General de Zaragoza, como todos, porque es la culminación de su carrera. Pero el ascenso al generalato es decisión de Consejo de Ministros, lo cual aporta una carga de politización. Puede sentar plaza de héroe. Las concentraciones espontáneas se suceden ante la Comandancia de Tres Cantos, donde vive el destituido Pérez de los Cobos, y quinientas personas, convocadas por las redes, se han reunido ante la Comandancia de Sevilla para vitorearle y mostrar su adhesión. Su hija ha dicho que «hay destituciones que valen por medallas» y Santiago Abascal, que «el honor es la principal divisa del guardia civil».
Queriendo ser general estaba sentenciado al haber sido jefe del operativo de la Policía Nacional y Guardia Civil en el referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017. Este es un gobierno socialcomunista que depende para gobernar de la caterva de separatistas, desde Esquerra Republicana de Cataluña a Bildu, que esa es otra. Su testimonio en el Tribunal Supremo se ha considerado clave para la condena de los encausados.
Los méritos a la Patria ahora resultan gravosos. Sin embargo, fue el hombre que ordenó un exagerado despliegue ante la mansión de Pablo Iglesias, con miembros de la USECIC, unidad de élite de Seguridad Ciudadana formada con antiguos hombres del GRS y del GAR. Y quien ha abierto expediente por falta muy grave a un miembro de JUSAPOL, que se manifestó con anterioridad ante la misma mansión. Considerado un duro con sus subordinados, ha estado siempre en la cercanía del poder, desde que en 2006 aceptó la oferta de Alfredo Pérez Rubalcaba de ser vocal asesor de su gabinete y después director del Gabinete Técnico de la Secretaría de Estado de Seguridad, cargo en el que se mantuvo tanto en los gobiernos de José Luis Rodríguez Zapatero como en los de Mariano Rajoy.
Por esa confianza de los políticos, fue encargado del operativo del 1 0. Tanta cercanía a los políticos chamusca, cuando el Gobierno depende de los separatistas y de filoetarras. Por si no fuera poco demérito para el Gobierno haber dirigido las fuerzas el 1 O, estuvo también implicado en el llamado «caso Urra», por Kepa Urra, miembro del comando Vizcaya. En 1992, fue uno de los seis guardias civiles encausados por torturas. Fue absuelto por falta de puebas, pero tres guardias civiles fueron condenados. Bildu no ha olvidado. Y el generalato es concesión dadivosa del Consejo de Ministros. El coronel Diego Martínez de los Cobos se sabía sentenciado.