Luis Bru.
Liarla Pardo suena a liarla parda. No puede pensarse ni imaginarse un programa que responda peor a su nombre. Un conjunto de banalidades, tibiamente de izquierdas, para entretener y pasar el rato, pero nada que ver con la realidad del confinamiento y de la brutal crisis provocada. No se le mueve el flequillo a Cristina Pardo en ningún momento. Una soporífera entrevista al exhombre G y bromas y risas sobre Pasa palabra. De las payasas de la tele, la Pardo es la más infame.