Enrique de Diego.
He aquí un libro interesante, que efectivamente da «Claves para comprender el independentismo», libro publicado por la Editorial Sekotia. El autor, César Alcalá valora especialmente las reflexiones de Josep Plá: «El catalán vive traumatizado porque tiene miedo de ser el mismo y no puede dejar de ser lo que es» y su problema psicológico estriba en el bilingüismo que «plantea, a mi modo de ver, el subconsciente catalán -origen de todo el drama cultural del país, porque el pueblo que no logra manifestar su subconsciente de manera holgada, libre y normal, pierde fatal y certeramente su personalidad».
El autor hace un prolijo y suficiente proceso de inmersión en los prolegómenos del catalanismo, la Renaixença, y aporta datos nuevos para el gran público como que «el wagnerismo fue considerado como instrumento y signo de cultura nacional catalán» o el barrio gótico como parque temático. Trata con suficiente dignidad al carlismo y nos descubre la fuerza intelectual de la princesa de Beira: «La segunda palabra de nuestra divisa es Patria, nombre dulce y suave, nunca más amado por un hijo suyo que cuando se ve lejos de ella. Patria, de la cual es difícil renegar por grandes que puedan ser los atractivos que se encuentran en países extraños. Pero si no es fácil renegar de la Patria, no es raro encontrar hombres sin patriotismo; tales deben ser todos los liberales siguiendo sus principios. Pues la autonomía de la razón que hace al hombre libre e independiente; la soberanía nacional, que hace de él un soberano; la ambición que ésta engendra, y el orgullo que alimenta; la empleomanía que le hace suspirar por puestos lucrativos: el sumo apego a los intereses materiales y placeres, plaga suscitada por el liberalismo y, por fin y sobre todo, el interés del partido, que monopoliza los empleos y las riquezas nacionales, todo eso junto hace que los liberales deban por sus principios carecer de patriotismo, porque todos esos principios son egoístas y el egoísmo es incompatible con el patriotismo».
Pasan por las páginas Joan Maragall, Vicent Verdaguer, Tomás Beltrán i Soler, con su «España es un estado pluronacional», Enric Prat de la Riba, Lluis Companys, en auténtica fraude histórico, «organizó dantescos campos de concentración como el de Omells de Na Gaia, en pleno Pirineo, que en poco se diferenciaba de los gulags soviéticos», toleró la muerte del expresidente de la Generalitat, Francisco Jiménes Arenas, murieron bajo su responsabilidad casi 8.000 personas, un auténtico exterminio de disidentes, un genocidio, «un error histórico ha convertido a este siniestro personaje en un ídolo».
Luego la emigración. En 1940 Cataluña tenía una población de 2.891.000 habitantes y, en 1975, era de 5.638.000 habitantes. «Las nuevas generaciones, los hijos de la emigración, se han vinculado e integrado a la sociedad y a la cultura catalana. Muchos de ellos, hoy en día, están vinculados, directa o indirectamente, en los partidos independentistas. Gran parte de la base social, por ejemplo, de Esquerra Republicana de Cataluña, está integrada por los hijos de la migración».
Ahora, el momento actual. «Finalmente dieron un paso más allá del folklorismo. Utilizaron la misma dialéctica que el nazismo. Si ellos creyeron que existía una raza superior, la aria, los dirigentes catalanes hablaron de genética. El líder de ERC, Oriol Junqueras suscribió que un catalán está más cerca genéticamente de un francés o un italiano que de un español». Salvo los «nous catalans», con nutridas poblaciones islámicas; el nacionalismo ha propiciado la islamización de Cataluña. La desesperación económica se ha canalizado a través de la utopía independentista.
Para el futuro, queda espacio para la esperanza: «la realidad es que no lo volverán a hacer porque saben las consecuencias. Ahora conocer el resultado de saltarse la Ley. Lo sabían, pero nunca creyeron que el Estado los juzgara y sentenciara». Quo vadis Catalonia? «La respuesta no es sencilla, pero debe basarse en la inteligencia de los demás, no en la de ellos. Ser más astutos -a nivel político- que ellos para que dejen de llorar, reaccionen, se traguen el orgullo, la frustración y se conviertan en personas normales».
Claves para comprender el independentismo, César Alcalá, Editorial Sekotia, 265 páginas, 2020.
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