Luis Bru.
Pues hete aquí que el fantasma de Cruz Sánchez de Lara se apareció el 8 M y hay documento gráfico. Al parecer, según dice ella, no estuvo en la manifestación feminista, aunque algunos testigos lo juran y perjuran, y esta Cruz miente más que habla, en su biografía. Miente tanto que fue denunciada porque sus clientas tenían la mala costumbre de presentar denuncias falsas de violencia de género.
Hola, qué cosas. el documento gráfico, con gracias añadidas, es de Confilegal, el digital de Julen Ariza, primogénito de Julio Ariza, el de Intereconosuya, lo que queda de lo que fue Intereconomía.
Pero, ¿de qué vas, alma de alcantarilla? Si tu esposo es el mayor productor de fake news del mundo mundial. ¡Menuda la que montó con la conspiranoia del 11 M! Todo mentiras e inventos, así durante años, en comandita con Eduardo Zaplana, menudo pájaro de cuenta. Tu esposo soltó la mamarrachada siguiente con la que empezó todo: «Cada vez más indicios apuntan a que el 11 M se gestó en el seno de los aparatos policiales y los servicios del Estado democrático». Y se quedó tan ancho, el cencerro. Luego fue defendiendo la inocencia de José Emilio Suárez Trashorras, y luego la de Jamal Zougam, has enviar muy presuntamente a Casimiro García Abadillo a Rumanía para que dos testigos cambiaran su declaración en la que sin ningún género de dudas le señalaron como autor de la colocación de las bombas en los trenes. Y a pesar de que se armaron las bombas en su taller y que hasta allí llevó la mochila de Vallecas, heróicamente desactivada por Pedro, el tedax, tuvo la indecencia, Pedro J Ramírez, de compararlo, ni más ni menos, con el capitán Alfred Dreyfus. Récord de las fake news, que tú la sueltas y te quedas tan fresca para ver si cuela.
Y mira quien te apoya. Lydia Bosch, la misma que presentó una denuncia contra su pareja por nada más ni nada menos que por meter mano a la hija de la Bosch; denuncia que se sustanció en nada, pero que le ha destrozado la vida a una persona y que se presentó bajo tu dirección jurídica. Vamos, hombre, para que me entiendas: a cagar a Galapagar. Que está de moda.