Si algo está dejando en evidencia la pandemia del coronavirus es el Himalaya de mentiras a las que, continuamente, nos someten los Gobiernos y las instituciones supranacionales, con la ONU y la OMS a la cabeza.
Ayer, la OMS pidió a la ciudadanía que no usasen mascarrillas para protegerse del coronavirus, aduciendo que es una medida «inútil» para las personas sanas y que sólo sirve para evitar que los ya afectados puedan contagiar a terceros.
Sin embargo, lo que la OMS exige al común de los mortales no lo aplica para sus dirigentes. Prueba de ello es que Bruce Aylward, el responsable de la OMS en la ciudad china de Wuhan, se presentó en una rueda de prensa para informar sobre el desarrollo de la enfermedad protegido por una mascarrilla a pesar de no estar infectado por el coronavirus.