La ex-presidenta del Partido Popular vasco, María San Gil, ha explicado en un vídeo que los vecinos de su domicilio de San Sebastián llegaron a insultarla por las «incomodidades» que les generaba la presencia de su escolta de seguridad al ser uno de los objetivos prioritarios para la banda terrorista, socialista-izquierdista y nacionalista-independentista ETA.
Resulta repugnante que sus vecinos evitaran insultar a los agresores terroristas para hacerlo con la víctima de estos últimos. Y es que, al margen de cualquier otra consideración sobre el personaje, José María Aznar dió en el clavo cuando definió de «enferma» a la sociedad vasca. El emocionante y duro testimonio de María San Gil y su anécdota particular lo confirma.