Luis Bru.
Losantos, más histérico que nunca, pierde los papeles y tilda a Hazte Oír de «secta protestante». Losantos se ha obsesionado con Hazte Oír porque se mete con la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. ¡Herejía! Este ignorante no sabe lo que es la Escuela de Salamanca y la cita en su propio provecho. ¡Si Fray Domingo de Soto levantará la cabeza! Federico Jiménez Losantos no es más ni menos que un relativista moral. Trae ahora a colación las vallas de Hazte Oír contra Isabel Díaz Ayuso calificándola de abortista, que es lo que es, igual que Federico Jiménez Losantos. Dice que Hazte Oír la ha llamado «asesina», pues sí, con todas las letras.
El tema hace referencia a la campaña electoral, mucha agua ha corrido bajo los puentes, y de fondo hay un interesante debate entre la moral objetiva y el relativismo moral. Para Losantos, lo importante es España y estudiar en castellano, para Hazte Oír el aborto está en la base de la destrucción de España; Hazte Oír lleva razón, sin respeto al orden natural todo se hace pavesas y así estamos. Los liberales no han hecho más que daño a la nación por la empanada mental que arrastran.
La moral objetiva no depende de circunstancias ni de tácticas politiquillas, ni de Ayanta Barilli y su sexo. Se enrabieta Federico Jiménez Losantos en por qué no le hicieron vallas contra el PSOE y Podemos, y concluye para «favorecer a Vox». Elemental, pigmeo del espíritu. Porque el PP encarna absolutamente el relativismo moral y tiene engañada a muchas gente, entre otros, gracias a ti. Y se metieron con Isabel Díaz Ayuso que es lo que más duele, porque te toca la faltriquera y la temblante cuenta de resultados, porque es la que mantiene engañada a la gente y sostiene, con su sonrisa impostada de mosquita muerta que no ha roto un plato.
Dices que, en algunos casos, como el tonto del haba y relativista moral de José María Aznar, como la violación, hay que legislar, pero para proteger al nasciturus, que no tiene ninguna culpa y eres tan histérico, se te ve tan mal, tan amargado, tan fuera de juego, que ni siquiera recuerdas -preocupante tú salud mental- que los tres casos de despenalización los legisló Felipe González, Aznar lo único que hizo fue tragársela supuestamente para acceder al poder iniciando una larga serie de cesiones lamentables, y bien que presionó a Enrique de Diego, fruto de su mala conciencia, para que no le permitieran recordárselo. Y entre esas cesiones, estuvo el despliegue de los mossos y la normalización lingüística, que dio órdenes al defensor del pueblo de que no se recurriera, cuando hablaba catalán en la intimidad, supongo que follando con Ana Botella. ¡Menudo patriota de opereta y de comedia bufa!
Dices, porque no dices más que mentiras, mentecato, petimetre, y dices ahora que el aborto te parece, en algunos casos, «repugnante». Alma de cántaro, que aquí nos conocemos todos, y tú te hiciste de derechas a lo Simone Weil. o a lo Bibíana Aido, siendo partidario del aborto libre, del aborto como derecho, y deja de ensuciar a la Escuela de Salamanca con tus patrañas, que te crees tus propias mentiras, y así te va, de culo con el freno echado y cuesta arriba. Veamos la hemeroteca, relativista moral. En tú artículo «Cosa de mujeres», en Cambio 16, ensalzas que «no hay cambio más de fondo en nuestras leyes que el de la nueva ley del Aborto autoriza, usa o señala. Y sería menester una mayor luz para alumbrarnos. Los socialistas que nos gobiernan querían hacer una Ley del Aborto, pero temían la reacción de los católicos, que en buena parte votan al PSOE. Así que decidieron hacerla a la medida de la opinión: tiraron de encuesta y vieron que en tres casos (niño malformado, fruto de violación o peligroso para la vida de la madre) los españoles creían razonable el aborto, y lo legalizaron. Y para santificar laicamente su decisión pusieron en manos de los médicos bendecir cada caso. El resultado fue, naturalmente, un fracaso. Y es que la cuestión del aborto es de principio: o decide la madre el futuro -o no futuro- feto, o lo decide la sociedad -médicos, jueces, etcétera». ¡De principio! ¡Relativista moral!
En otro artículo titulado «Aborto y liberalismo» sentencias: «Lo que hay que hacer es una buena ley del Aborto y dejar de poner parches y corregir por la brava lo que se perdió por criterios mansos. Si no, a este paso, va a llegar el fin de siglo y el felipismo y todavía van a estar las españolas abortando en Londres», porque «lo que no entiendo es cómo un liberal abona o promueve las tesis de los que, en última instancia, están imponiendo a un individuo -en nombre del Estado- un acto contra su intimidad y su voluntad, como es que una mujer deba tener un hijo que no desea», de modo que «prefiriendo defender los derechos del feto a los del individuo ese liberalismo se sitúa en un estado puramente fetal». ¡Ah! La escoria y gentuza liberal, siempre tan amoral, siempre tan encantada y apasionada con el vil metal, relativista moral.
Lo que ya no tiene pase es que califiques a Hazte Oír de «secta protestante», lo que no son, y de hacer «el peor servicio a la Iglesia católica». ¡Venga yo, que no sabes de nada y opinas de todo! Lo que defienden son los diez mandamientos, «no matarás», no como Juan Ramón Rallo que ve cojonuda la eutanasia, y así con todo lo inmoral y amoral. Y te preguntas si se creen los de Hazte Oír que los tres millones seiscientos mil votantes han votado por decir eso del aborto y te hundes y enfangas en el relativismo moral, porque precisamente la moral objetiva se defiende y mantiene no por esas consideraciones, sino por convicción, lo que a ti te falta, relativista moral, pedazo de relativista moral, que has podrido a la derecha. Pero ya te van conociendo. Mira lo que te pone uno en twiter: «Losantos ha sido siempre un apesebrado del PP, de sus subvenciones y de sus favores. Loco no sé si estará. Y no creo que los oyentes de Losantos estén locos, al menos no los que ya saben de qué pata cojea el susodicho». Apesebrado. ¡Si hasta te dieron, Luis Bárcenas y sus compinches, 410.000 euros en acciones de la casi quebrada Libertad Digital SA! Relativista moral, pedazo de relativista moral.