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El misterio de Julio Ariza

Redacción




Luis Bru.
Es un experto en comunicación, de los buenos, y no se explica lo que denominaremos el misterio de Julio Ariza: «Cualquier empresario, con las que ha liado, termina en la cárcel en una semana». Es una forma de hablar; respetemos la presunción de inocencia. Pero pienso, por ejemplo, en el hacker libanés que tumbó PR Noticias, y por el que fue detenido Luis Sans, consejero delegado de Intereconomía, y que desde noviembre de 2014 no se celebra el juicio. O en el cachondeo lírico de que después del concurso de acreedores se celebre la subasta y siga Julio Ariza de aparente propietario de la televisión, saliendo en ella más que nunca, dirigiendo una web, aunque aparezca como propietario de Farnesio Ventures SL, José Luis Hernández de Arce, exconsejero delegado de Polaris World, que era ya accionista de Intereconomía, con El Toro TV como nombre comercial y que tiene su sede en Torre Pacheco,  Murcia. ¿Cómo se come eso? Comprendo el comentario del experto en comunicación: te quitas las deudas, te quitas al personal y sigues tan campante.
Las deudas de Intereconomía a comienzos de 2018 ascendían a 84.894.135,22, que corresponden a 61.220.839,20 de Intereconomía Corporación y 23.673.296,02 a Grupo Negocios de Ediciones y Publicaciones. No eran moco de pavo. De esas deudas, nunca más se supo y ahí sigue él pidiendo dinero a los espectadores como si tal cosa.
Así que el experto en comunicación expone dos hipótesis para explicar el misterio de Julio Ariza:
1) Tiene alguien que le tapa por alguna razón.
Caliente, caliente. Hay dos candidatos: Andrés Sánchez Magro, el gatogourmet, que tiene un programa en Radio Intereconomía -en la subasta, por persona interpuesta, ha resultado agraciado, Julen Ariza, hijo de Julio, todo queda en casa, con Sillicon Radio- y que tras su aspecto de bon vivant esconde en realidad el ser titular de un Juzgado de lo Mercantil, pegadito al Juzgado de lo Mercantil número 11, donde se ha hecho el aparente enjuague, A Andrés Sánchez Magro le debía bastante pasta Julio Ariza, dentro de los impagos generalizados, pero a él parece que le ha pagado.
Ese es uno. El otro es Enrique López, consejero de Interior, Justicia y Víctimas. Magistrado de la Audencia Nacional y que iba para el Tribunal Constitucional cuando le atraparon en una moto borracho como una cuba. Enrique López -el George Clooney de Dolores Delgado, que era una «nenaza», en las grabaciones de Villarejo-  es íntimo amigo de Julio Ariza, frecuentaba su despacho, y es el que da las consignas y pastorea a todos los jueces del PP o que le deben el puesto al PP, que a estas alturas son muchos.
2) Sabe algo y el sistema le encubre o hace la vista gorda.
De esas deudas de Intereconomía; Julio Ariza no se puede quejar, porque hay bancos que le han prestado generosamente y no han visto un duro, Un tío listo, este Ariza. Pero no hay mérito en haber presuntamente estafado a humildes trabajadores o incluso al ex consejero delegado y actual diputado por Vox de Barcelona, Juan José Aizcorbe, al que ha dejado a deber 120.000 euros.
Bueno, Julio Ariza organizó la logística del «tamayazo», puso la seguridad a los dos diputados tránsfugas y les pagó el hotel, pero a estas alturas eso parece agua pasada y prescrita, aunque podría tener revelaciones que implicaran a Esperanza Aguirre y Cristina Cifuentes. Dos muertas vivientes, dos zombies.
A Julio Ariza le gustaba tener dossiers y montó un equipo de investigación para facilitárselos, pero, por ejemplo el de Josè Bono lo quería para entregárselo a Mariano Rajoy, del que en ese momento era un correveidile, Luego cambiaron los afectos y en las grabaciones a Ignacio González y Eduardo Zaplana, dos choros, íntimos de Julio Ariza, Ignacio González, le dice a Zaplana: «Julio Ariza, con una puta cinta, se fue a ver a Mariano Rajoy a chantajearle». Lo que desmintió muy bizarro el propio Julio Ariza y muy cuco el mismísimo Rajoy. Del rey emérito, Federico Trillo le dijo; «que era muy mal enemigo».
El misterio de Julio Ariza sigue sin desvelar, pero la impunidad de la que goza no se la facilita Vox, que no controla la Agencia Tributaria, la Seguridad Social y el FOGASA, que se han quedado a dos velas, y debían haber impugnado una subasta tan oscura y aparentemente amañada. A Vox le viene bien tener un medio que cuando quieren decir akgo saben que tiene la alfombra roja para decirlo y una cantera donde fichar periodistas lacayunos. Además, de que Ariza es el fundador del partido y el que da el nombre en latìn. Pero la negligencia cómplice de las instituciones sí que no es poco misterio, porque hilos hay de donde tirar y tela mucha que cortar.