Miguel Sempere
Alfonso Rojo muestra la degradación del tertuliano. Puesto que se está al servicio de un partido, del PP en este caso, no es necesario esforzarse mucho; nada de leer, documentarse, reflexionar, basta con repetir cada día las mismas ideas manidas: elogios a Mariano Rajoy, chitón en todo lo relacionado con corrupción, de cuyo enjuague se forma parte, y mucho de que Pedro Sánchez se abstenga. Y fuera de eso, todo vale.
En la noche de la intentona golpista en Turquía, Alfonso Rojo se superó a sí mismo en su consideración de que el periodismo actual es espectáculo. Mientras Erdogan llamaba a sus fanáticos adeptos a salir y desde las mezquitas se le hacía eco, Alfonso Rojo cuadró el análisis indicando que el verdadero motivo era que “en Estambul hace mucho calor y por eso la gente sale a la calle”. Mientras los tanques disparaban contra el Parlamento y se escuchaban tableteos de ametralladoras, hizo de estratega aficionado: “no os preocupéis, esto se resolverá por la mañana: cuántas unidades tienen unos y cuántas unidades tienen los otros”.
El periodismo ya no la búsqueda de la verdad, sino la evacuación de la ocurrencia. Aunque Alfonso Rojo ha tenido este agosto un momento de lucidez para los anales, en la sala de estar de Génova que no otra cosa es el programa del dicharachero, Carlos Cuesta. Elevándose a gran altura intelectual, el experimentado Alfonso Rojo dijo una verdad como un castillo: “el cuba libre, es ron con Coca Cola”.
Con tanta tertulia y tal altura intelectual, no es extraño que el tráfico de Periodista Digital haya caído y que el de EsDiario, del lacayo Antonio Martín Beaumont -socio del imputado José Luis Ulibarri– se haya desplomado. Y para camuflarlo, al parecer, se han unido a La Información (DixieMedia) para que las métricas de ComSocre sean unificadas bajo el nombre La Información Sites. Es decir, ya no se harán públicas las métricas de PD, EsDiario y La Información por separado sino juntas.
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