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Decepciona el debate de las mujeres, con continuas interrupciones que desdicen de las dos Ana Pastor

Redacción




Luis Bru.

Decepción completa del debate de las cinco mujeres en La Sexta, con continuas interrupciones, que no supo cortar Ana Pastor, que fracaso completamente en su función de moderadora, en buena medida por la otra Ana Pastor, la exministra de Fomento del PP, que salió dispuesta a arrasar y sólo consiguió enmarañar el debate, y se ha olvidado de que uno de sus compañeros debate era Cristóbal Montoro, que protagonizó la mayor subida de impuestos, después de prometer -como siempre- bajarlos y de dejar, ella, un agujero de 2.000 millones en las autopistas. Mal representante eligió el Partido Popular para representarle.

El debate fue tan bronco y las interrupciones fueron tan abundantes, que Inés Arrimadas tuvo que decir que «yo también sé interrumpir y lo hago muy bien». Fue una de las menos malas del debate. Irene Montero se movió con soltura en las formas pero todas sus propuestas plantearon más Estado. María Jesús Mantero se defendió bien y atacó tanto al PP como a Vox al que situó como enemigo de la libertad de información, Todas ellas estuvieron de acuerdo en la violencia de género y en eliminar la diferencia de abuso sexual y violación. Fue el aspecto en que se notó más que era un debate entre mujeres, con Ana Pastor diferenciándose de Cayetana Alvarez de Toledo.

Se esperaba más de Rocío Monasterio, pero no supo definir la alternativa patriótica, aunque estuvo bien situando el programa de Podemos en la realidad de Venezuela, y en poner sobre el tapete la quiebra de las Cajas que nos ha costado 71.000 millones o en el ejemplo de la cesión y el servilismo ante Irán en la visita de sus parlamentarios, aceptando sus imposiciones, como no dar la mano a las mujeres.

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En suma, un debate prescindible y un sonoro fracaso de La Sexta y de una de sus referencias en el papel de moderadora.