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Eduardo Inda, el periodista de las cloacas del Estado, se ensaña con Cristina Cifuentes

Redacción




Luis Bru.

La verdad es que Eduardo Inda no tiene gracia. Lo cierto es que tiene mal carácter y cada día va a peor, a medida que le tuercen las cosas y se le tuercen mucho, empezando por la audiencia y siguiendo por las cuentas que no las ha llevado al Registro Mercantil, mal síntoma donde los haya. No las presenta porque no puede, porque son o bien malas o malisimas. Porque van a pensar las agencias de publicidad, por ejemplo, está quebrado. A Eduardo Inda le pierde la chulería y, ya se sabe, por la boca muere el pez, ya sea sardina y besugo.

El día 9 de septiembre Cristina Cifuentes acudió al programa de Ana Rosa Quitana después de año y medio de silencio y persecución. La cuestión más delicada fue la de las cremas que cogió «inadvertidamente», pero que fueron pagadas en el momento. Cristina Cifuentes centró su atención sobre el vídeo, sobre el hecho de que fuer a grabado extrañamente y más extrañamente se esperarán la friolera de siete años para hacerlo público, cuando su efecto era demoledor. Dijo que detrás estaban «las cloacas de Estado» y «fuego amigo» del PP.

Eduardo Inda. /Foto: okdiario.com.

Al día siguiente, vinieron ciertamente las pruebas. En el programa estaba de Ana Rosa Quintana el inefable Eduardo Inda que se ensañó con Cristina Cifuentes llamándole «ladrona». He aquí lo que dijo Inda: «Claro… Si es lo más normal del mundo… A todos los ciudadanos que nos están viendo y a nosotros nos ha pasado alguna vez… Que estás en el súper y todos hemos hecho ‘traca’ [gesto de ‘al bolsillo’]… ¡Es una ladrona, básicamente!». Hete aquí que el beneficiario del envenado regalo, siete año después de ser grabado, fue el director de OK Diario. Informe PISA y pendrive de un móvil robado…Inda practica un periodismo en el que el fin justifica los medios, Ya dijo el comisario Villarejo que les ha ayudado en varios trabajos.

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También convendría que aclarara el caso de su jefe de opinión en El Mundo de Baleares, Antonio Alemany, que no sólo escribía los discursos al corrupto Jaume Matas sino que se los cobraba y por lo que fue condenado a 2 años y 3 meses. ¿Sabía algo Eduardo Inda de lo que hacía su jefe de opinión? En una redacción pequeña el director está al cabo de la calle de todo y máxime de una cuestión tan delicada. O qué nos explicara por qué Pablo Iglesias dice que a Eduardo Inda le financiaba el Ministerio de Industria. O por qué el «abrazafarolas, lametraserillos», como le tildó el maestro José María García, no es capaz de presentar las cuentas de Dos Mil Palabras SL en el Registro Mercantil. Las razones de la caída de audiencia de OK Diario están claras, no necesita explicarlas: se han secado las fuentes de las «cloacas del Estado» y el digital es una patata.