Loreto Román. En colaboración con Pawel Kiatkowski.
En uno de los primeros artículos de esta sección dedicado al vuelo a vela resumía en referencia a las sensaciones que te aporta y a la forma de vuelo, como es el vuelo por excelencia ya que sin motor, a base de grandes planos y por medio de térmicas, el velero se mantiene en vuelo realizando grandes recorridos, y permitiéndote disfrutar de el como es de forma natural, como lo realizan las aves, sin más combustible que mucho índice de planeo y el conocimiento de las condiciones meteorológicas que nos ayudarán a mantenernos en vuelo. Bien, hasta ahora, y en la mayor parte de los artículos, hemos volado con motor. Hoy no, será vuelo a vela y lo realizaremos compitiendo. Vamos a conocer un poco más de este tipo de campeonatos, categorías, pruebas, entrenamientos… Las fotos ayudan, como en anteriores artículos, ¿estáis dispuestos a volar a térmica siguiendo un recorrido determinado y en la mayor velocidad posible? Vamos a ello, las fotos ayudan, vuelo a vela, el vuelo por excelencia.
Bien, en principio, y antes de adentrarnos en el campeonato vamos a dar referencias de esas condiciones meteorológicas que hablamos tanto en este tipo de vuelo y cómo nos fijamos en ellas para mantenernos en vuelo, como observar lo que te rodea, dependiendo del color de los campos, del tipo de superficie, el sol hace que el aire se caliente más o menos. No es lo mismo estar sobre árboles, un lago o un campo recién arado. Tampoco es igual el aire que rodea una montaña, si estamos en la cara expuesta al sol desde hace horas, eso ayudará a ascender, o en la que se encuentra a la sombra, todo lo contrario. Pero muchas veces lo que buscas son aves, que utilizan esas masas de aire para volar, y con el tiempo ellas también han aprendido que donde un velero está subiendo, lo pueden utilizar para su beneficio. Así que terminamos todos hermanados alrededor de una columna de aire. Bien, vamos al campeonato.
Aunque los preparativos habían comenzado meses antes, durante los días del 29 de junio al 6 de julio tuvo lugar en el aeródromo de Ocaña, Toledo, el Campeonato Nacional de Vuelo sin motor organizado por el Aeroclub de Ocaña, con ayuda logística de SENASA. Un equipo de personas trabajaron para conseguir que dicho evento fuese todo un éxito, tanto de participantes como de organización: Iñaqui Ulibarri, encargado de los trabajos informáticos, Alfonso Pedrero, en las puntuaciones, Jorge Arias, como preparador de tareas, Pedro Berlinches, encargado de la meteorología y Pawel Kwiatkowski, en la dirección de la competición. Mucha responsabilidad supone dirigir un campeonato de esta categoría y con gran número de participantes. Su 51 edición lo dice todo.
Hasta 28 planeadores, de los cuales 4 fueron extranjeros procedentes de Portugal, Argentina y Polonia, y el resto de diferentes puntos de la geografía española, participaron en las pruebas que se desarrollaron durante esos días. Durante el primer se desarrollaron los entrenamientos oficiales, con la participación de casi la totalidad de los pilotos inscritos en el campeonato. Participantes de Collarada, La Cerdanya, Sillas Voladoras, Albatros Benabarre, Club Esportivo Banco do Portugal, Argentina, Igualada y Ocaña. Durante ese primer día de entrenamiento, en vuelo a vela y en cualquier otra categoría, es un día de preparación, de contacto con el resto de participantes, de emociones, de concentrarse en todo lo que se va a hacer en los próximos días de prueba y competición.
De los planeadores, 5 eran autolanzables y el resto planeadores puros, impulsados por avión remolcador.
Los pilotos competían en cuatro clases: Clase “Open”, de planeadores biplazas y monoplazas con gran envergadura, de más de 26 metros, en algunos casos; Clase “Club”, de planeadores más antiguos y sin posibilidad de cargar lastre de agua; Clase “Combinada”, que englobaba dos sub-clases, clase standard y clase 15 metros.
Las pruebas consistían, diariamente, en efectuar una tarea prefijada, esto es, un recorrido fijado por la organización, en el menor tiempo posible, puntuando la mayor velocidad conseguida por cada planeador. Comenzaban alrededor de las 13 horas y el recorrido, dependiendo de la meteorología, oscilaba entre los 250 y los 500 kilómetros, principalmente por la zona sur del aeródromo de Ocaña. Las velocidades medias de vuelo superaron los 100 kilómetros por hora, en algunos casos.
El campeonato, en general, se desarrolló con toda normalidad y sin incidentes y con una climatología favorable para el desarrollo de los vuelos. El día empezaba con un breafing a las 10 de la mañana en el que los organizadores se reunían con todos los participantes para comentar aspectos sobre la seguridad, la meteorología y la asignación de las tareas a cada clase de planeadores.
Y los resultados según categorías fueron los siguientes:
Club:
1 – Joao Pedro Teixeira Rosa – 4,162
2 – Oscar Marques – 4,157
3 – Jordi Montanya – 3,066
Open:
1 – Aldo & Paola Rodríguez – 5,745
2 – Jorge Madrigal Revuelta – 5,601
3 – Ignasi & Eduardo Jove – 5,559
Combinada 15m Estándar:
1 – Pablo Vispe Sola – 6,413
2 – Carlos González de Herrero – 5,646
3 -Jaume Prats – 5,113
El campeonato finalizó el día 6 de julio con la entrega de medallas y trofeos y una cena de hermandad. Enhorabuena a competidores y organizadores. Lo positivo de este tipo de campeonatos es que te hacen entrenar, prepararte con un objetivo, dirigirte al aeródromo con un propósito que es el de mejorar, conocer más el velero, las condiciones en las que vuelas y a ti mismo. Continuaremos en vuelo en sucesivos artículos.