Josep Sansano.
El dia de antes, todavía parece que el partido azur no se presenta a las elecciones municipales de Alicante. Después del absoluto desprecio que ha sufrido Pablo Casado en Alicante, tratándolo de apestado de la Edad Media, Luis José Barcala Sierra ha estado ofreciendo a los alicantinos una imagen en carteles y vallas publicitarias sin más logotipo ni marca que su nombre y su cara. Al cuestionarle sobre el asunto ha llegado a afirmar: «yo soy el partido popular y el partido popular soy yo». Dejando claro que no hacía falta exhibir logo alguno.
Las grabaciones a las que ha tenido acceso en exclusiva Rambla Libre indican que las siglas del partido valdrán todavía menos que sus votos.
En el audio de algo más de un minuto Manolo Jiménez Ortiz, número 5 en las listas de Luis Barcala, se muestra visiblemente nervioso por su futuro laboral llegando a suplicar a sus amigos de la hoguera que voten « […]pensando en las personas. No hace falta pensar en las siglas » porque «lo necesita de verdad » .
A lo largo del audio no menciona ni una sola vez el nombre del partido, pidiendo que se mire solo la papeleta con el nombre de « Manolo Jiménez», y culmina el desprecio al partido de Pablo Casado Blanco concluyendo, «[…]luego en las generales si queréis votad otras cosas…perdón, en las europeas, pero que me apoyéis». Esta sola afirmación bastaría para expulsar a cualquier afiliado pero él cuenta con el apadrinamiento de la barraca de «Los Chuanos» que dirige Alicante. Además, asegura querer seguir trabajando por la fiesta.
No contento con la petición, Manolo Jiménez desvela que « la cosa esta muy igualada» tirando por tierra el triunfalismo del, todavía, alcalde Luis Barcala quien a lo largo de la campaña no ha dejado de prometer a sus devotos afiliados y votantes que él llegaría hasta los 11 concejales, nada menos, o incluso a « gobernar en minoría»
El protegido de Vicente Cutanda Mansilla vapulea las siglas del que fuera el partido más grande de la derecha española, demostrando que la estructura cada vez tiene menos valor como marca y haciendo evidente lo que durante años los afiliados de la ciudad han denunciado. El Partido Popular se ha convertido en una gigantesca agencia de colocación donde ni los intereses de Alicante ni los de España importan lo más mínimo, fuera del medio de vida de sus cada vez más escasos cargos orgánicos.
De confirmarse la derrota busquen responsabilidades en el hombre que sonríe en los carteles, con un logo casi invisible, y en su lista municipal. Ahí encontrarán la respuesta.