Josep Sansano.
Vox Alicante es el penoso chiringuito de José Joaquín Ripoll y la lista al Ayuntamiento del PP está hecha por el expresidente de la Diputación, imputado en el caso Brugal, en el modesto despacho en el que actualmente trapichea.
Ya hemos visto como Manuel Jiménez era el solícito secretario que, con cargo al contribuyente, atendía a los caprichos carísimos de Margarita de la Vega. No se trata, en propiedad, de ningún fichaje, sino del retorno del mayordomo a casa. Era también presidente de las Hogueras. Las Hogueras no han sido inmunes a la corrupción. Por el contrario, han sido una de las mayores coartadas. En la cloaca hedionda en que ha degenerado Alicante la corrupción ha sido ignífuga al fuego supuestamente purificador de la Noche de San Juan. La sociedad alicantina ha puesto en las Hogueras todo lo malo, menos la corrupción. En eso no hay renovación posible.
La corrupción forma parte de la cultura alicantina y casi de su idiosincrasia. Socialmente, en la derechita cobarde y en la nueva derechita garrula, la corrupción no está mal vista. La Justicia es de una lentitud exasperante en los procedimientos por corrupción y están sin juzgarse hechos relativos a 2010, a 2011. El fiscal anticorrupción, Felipe Briones, tiene la ventaja de no ser el capitán garfio y equivocarse al rascarse porque hace tiempo que se hubiera quedado sin sus partes pudendas. La UDEF y la Brigada de Delitos Económicos investigan lo justo para cubrir el expediente y se dedican a desalentar a los pocos probos ciudadanos que se animan a acercarse a la flamante Comisaría alicantina para denunciar con documentos. La ola de mierda rompe antes de llegar a Comisaría. Una Policía Nacional, Marta García, va de número 3 en la lista de Vox al Ayuntamiento de Alicante, el partido controlado a todas luces por José Joaquín Ripoll.
Alicante, instalada en la cultura de la corrupción
Alicante es una ciudad en la que un único empresario, Enrique Ortiz es propietario del 70% del terreno urbanizable, y que cuando se cansó de la lentitud en la redacción del PGOU, se segregó el plan Rabassa, Luis Díaz Alperi convocó pleno de urgencia y todos los partidos, incluidos el PSOE e Izquierda Unida, votaron a favor, como ya había adelantado Enrique Ortiz por los cenáculos que sucedería. Es una provincia que ha visto como el esfuerzo de siglo y medio por democratizar el crédito se ha desvanecido con la venta de la Caja de Ahorros del Mediterráneo vendida al ofensivo precio de 1 euro al Banco de Sabadell sin que se moviera ni una sola de las baldosas de La Explanada. Ha sido tal la impunidad que el último presidente, Modesto Crespo aduce que él no sabía nada de banca y su función era acompañar a las señoras a comprar bolsos. Y la última directora general, María Dolores Amorós Marco estaba tan poseída de la ignorancia invencible que acudió a Magistratura exigiendo 10 millones de lucro cesante por su despido, que consideró improcedente, a pesar de la quiebra de la Caja y de la estafa de las preferentes, y atentatorio contra su honor y dignidad profesional y personal. Por lo bien que gestionaba, María Dolores Amorós se había puesto una pensión vitalicia de 369.497 euros.
Puede revisarse la hemeroteca y se verá que la quiebra de la Caja de Ahorros del Mediterráneo y su vergonzosa venta llegó como rayo de tormenta seca sin que hubiera la más mínima noticia que indicara que algo iba mal, que la Caja estaba siendo saqueada, que se estaban concediendo créditos multimillonarios sin avales, que Consejo de Administración y ejecutivos estaban metiendo la mano en la Caja. Porque, al fin y al cabo, Alicante tiene un periodismo de cloaca a la altura de la letrina en la que ha degenerado e incluso su diario más vendido, y sobre todo más regalado con cargo al erario público, responde a cualquier cosa menos al título que ostenta en su mancheta: Información. Un tipo de periodismo alicantino en el que se ha llegado a la indignidad que una persona sin ningún tipo de estudios suplantara la función de Director de Comunicación del Síndico de Agravios o un supuesto crítico gastronómico gorrón pidiera los vinos franceses más caros en los restaurantes exquisitos que le reservaba Manuel Jiménez a la caprichosa Margarita de la Vega.
Está tan en los tuétanos de la sociedad alicantina la cultura de la corrupción que el último alcalde de Alicante, el inefable Luis Barcala le debe el puesto a una tránsfuga de Podemos, Nerea Belmonte, caso único en España, asesorada por Elsa Martínez, la exdirectora de la Ciudad de la Luz y exesposa de Toño Peral, con el que comparte varios embargos en General Marvá, 4, y de la que una de sus parejas declaró que se iba con el conductor a Valencia a recoger mordidas.
Las Hogueras, como coartada de la corrupción, que en Alicante es ignífuga
Así que la lista del PP al Ayuntamiento de Alicante ha tenido que ser reformada en tres ocasiones para satisfacer los presuntos mandados de José Joaquín Ripoll. La número 3, Julia Llopis, directora de la CONCAPA, que estuvo a punto de recalar en Vox, pero se consideró más conveniente que desembarcara en el PP. El número 5, Manuel Jiménez, que pertenece a una saga de la corrupción muy relacionada con las Hogueras, esa fiesta que ha servido y sirve de coartada para el lodazal y la cloaca alicantinos y que ha demostrado que la corrupción es ignífuga. Manuel Jiménez es cuñado de Andrés Llorens, “Nino”, que también fue presidente de las Hogueras, cantera de la cloaca. El vicealcalde de Sonia Castedo, concejal de fiestas y Atención Urbana fue un hombre, desde luego, muy atento con la empresa Becsa. De hecho, la redacción del pliego de condiciones para proyectos del Plan E corría a cargo de la empresa Becsa aunque iba firmado como propio por el técnico municipal. Se localizaron documentos PDF relativos al proyecto y al pliego creados con «fecha anterior» a la de la licitación en un ordenador a nombre del empresario de Becsa. «Documentos PDF creados en dicho terminal que resultan prácticamente idénticos a los que figuran en los proyectos aprobados«, por la Concejalía de Atención Urbana, como señala el auto judicial de la muy lenta, lentísima, titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Alicante.
Entre las obras adjudicadas está la renovación de la plaza de Altozano; la adecuación de la mediana de la avenida de la Vila Joiosa; acondicionamiento del parque de Canalejas; renovación parcial del pavimento de la Explanada; renovación de la plaza de la Muntanyeta; construcción de 40 contenedores enterrados en el casco antiguo y plazas de Alicante; de otros 100 contenedores soterrados en la ciudad; el servicio de mantenimiento parcial de vías-servicio 48 horas; y, otras obras menores, entre otros proyectos.
De cuñado en cuñado
De cuñado en cuñado. Manuel Navarro Segura obtuvo en el año 2013 una concesión para que su empresa (cafetería Cies) se encargase del servicio de bar y copas de la plaza de toros de Alicante en las fiestas de Hogueras. El citado empresario está vinculado al Partido Popular de Alicante. Es cuñado de Andrés Llorens, por aquel entonces, poderoso teniente de alcalde de Alicante, brazo derecho de Sonia Castedo y Concejal de Fiestas.
Obtenida la concesión, el citado empresario, contrató a una multitud de trabajadores para que se encargaran del servicio de restauración en la plaza de toros durante las fiestas, sin embargo, la mayoría de trabajadores no fueron dados de alta en Seguridad Social, viéndose obligados a trabajar en negro. La Seguridad Social ha llegado a un pacto condescendiente y beneficioso de conformidad para que Manuel Navarro no ingrese en prisión. Al fin y al cabo, Alicante es el paraíso de los corruptos y la Justicia está para retirar de las calles a los chorizos de poca monta, pero no a los de cuello blanco.
Otro de los hombres de Ripoll –detenido el 6 de julio de 2010, pero que, la friolera de nueve años después, no se han depurado responsabilidades- “fichados” a última hora por Luis Barcala para la lista del Partido Popular de Alicante es Carlos Mazón Guixot. ¡El vicepresidente de Ripoll en la Diputación Provincial entre los años 2007 y 2009! Fuentes solventes lo definen como “el chico de los recados de Ripoll” y resaltan que José Joaquín, Pitu para los amigos, lo presentaba con la expresiva fase de “este es mi sucesor en Diputación”. Convenientemente blanqueado por su paso como director gerente de la Cámara de Comercio –política e instituciones económicas son en Alicante vasos comunicantes, ¿qué fue de Coepa?- Carlos Mazón ha llegado en el momento justo para reforzar la operación Ripoll de asalto al Ayuntamiento de Alicante.
Ripoll y Barcala son una misma cosa. El ripollismo ha lanzado esporas y se ha reproducido como los gremlins. En plena supuesta renovación del PP del alicorto y chamuscado Pablo Casado se recupera una especie prehistórica que se creía extinguida: Macarena Montesinos, la misma que al decir del impostor y falso periodista Blas Gómez Guartero, alias Blas de Peñas, le prestaba su tarjeta a Eduardo Zaplana para sus numerosos devaneos más sexuales que amorosos. Barcala y Ripoll un mismo orden moral, con Barcala bramando maldiciones en conversación telefónica con Teodoro García Egea rechazando sacar de la lista a las Cortes Valencianas a la llorica Elisa Díaz, hija del inolvidable y también retornado Luis Díaz Alperi, que llegó a la alcaldía lleno de deudas y a los pocos meses ya andaba en yate y más tarde en avión privado a Creta, una semana a gastos pagados por Enrique Ortiz, el que presume de mafioso, con la concejal Sonia Alegría, con la que compartía servicio en el Ayuntamiento.
Toca en la próxima entrega entrar en el papel que corresponde a Mario Ortolá y Ana Vega en la operación Ripoll de asalto al Ayuntamiento.
http://ramblalibre.com/2019/05/07/operacion-ripoll-1-al-asalto-del-ayuntamiento-de-alicante-en-pinza-con-pp-y-vox/