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Muere Alfredo Pérez Rubalcaba, hombre de Estado

Redacción




Javier de la Calle.

Ha muerto Alfredo Perez Rubalcaba. El histórico dirigente socialista Alfredo Pérez Rubalcaba (Cantabria, 28 de julio de 1951-Madrid, 10 de mayo de 2019) arrancó su carrera política profesional con la llegada de Felipe González al Gobierno en 1982, ocho años después de comenzar a militar en el PSOE, todavía en la clandestinidad. Antes lo había hecho ya en el Frente de Liberación Popular (FLP), que en sus inicios se definió como una organización revolucionaria, socialista, democrática, federalista, laica y no dogmática.

Natural de la pequeña localidad cántabra de Solares, desde muy pequeño se desplazó con su familia a Madrid donde su padre trabajó como piloto de Iberia. Se instalaron en el barrio de Salamanca y Rubalcaba cursó sus estudios en el exclusivo colegio del Pilar, por el que también pasó el expresidente José María Aznar, ministros como José Ignacio Wert o Javier Solana.

De esta confluencia comenzó a hablarse de la existencia de un ‘clan pilarista’ encabezado por Solana y Rubalcaba, que se rodearon de antiguos compañeros de colegio como Álvaro Marchesi, ex secretario de Estado de Educación y cerebro junto a Rubalcaba de la LOGSE, o Francisco de Asis Blas, director general de Formación Profesional Reglada y Promoción Educativa en sus años al frente del Ministerio de Educación. Durante su época universitaria se convirtió en un destacado atleta, participando en los campeonatos universitarios de atletismo. Su mejor marca en los 100 metros lisos fue de 10,9 segundos. Su entrenador fue el gallego Virgilio González Barbeitos, quien años después reflexionaba en ‘La Opinión de Coruña’ que «podía haber hecho una mejor marca, pero se cruzó la política”.

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Ya con Felipe González, asumió diversos cargos en Educación hasta que en la legislatura de 1986 fue elegido secretario de Estado de Educación y en 1992, ministro del ramo. Su fulminante ascenso continuó ocupando el ministerio de Presidencia, que compaginó con la portavocía del Gobierno. Le alcanzó entonces la sombra de los GAL, cuya relación con el Gobierno siempre negó. El exsubcomisario José Amedo, condenado por los GAL, arremetería años después contra el exjuez Baltasar Garzón y llegó a afirmar que en 1996 incluso intentó encarcelar a Rubalcaba cuando era ministro de la Presidencia, llegando a acusarlo en un comunicado de encubridor.

Durante el mandato de José Luis Rodríguez Zapatero ocupó la cartera de Interior para acabar la segunda legislatura añadiendo los cargos de portavoz del Gobierno y vicepresidente, en sustitución de María Teresa Fernández de la Vega. En esta etapa fue el ideólogo del exitoso carné por puntos, pero también se le involucró en el origen del ‘caso Faisán’, que le acabó estallando años después en plena carrera presidencial, por el procesamiento de la cúpula de la Policía como autora del chivatazo a ETA que en 2006 desbarató una operación contra la red de cobro del “impuesto revolucionario” que operaba desde el bar faisán de Irún. ista.

Tras agudizarse la crisis económica y convocarse elecciones anticipadas, la ejecutiva del PSOE lo proclamó candidato para unos comicios que los socialistas enfrentaron con un gran desgaste, no solo por la situación del a economía española, sino también por las protestas en las calles que se extendieron al calor del movimiento 15-M. Fue el líder del PP, Mariano Rajoyquien se impuso en aquellas elecciones y los socialistas cosecharon los peores resultados hasta aquel momento todavía de bipartidismo imperfecto, con 110 escaños en la Cámara.

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Tras la debacle electoral presentó su candidatura a las primarias para la secretaría del partido, después de que lo hiciese Carmen Chacón. Finalmente se impuso por un pequeño margen de 22 votos en el Congreso. Abandonó su liderazgo al frente del partido dos años y medio después, tras las elecciones europeas en las que volvió a cosechar unos malos resultados y la irrupción de Podemos con un millón de votos. Entre medias, articuló la ‘Declaración de Granada’, una influyente propuesta para reformar la estructura territorial del Estado con los principios y técnicas del federalismo.