Enrique de Diego.
Mira, Pablo Casado, lo de tu renovación, lo de la regeneración del PP es una mentira cochina que apesta por todos los lados; una engañifa. En todos los lados, en todas partes, en todos los pueblos y ciudades siguen los mismos deshechos de tienta, con el mismo aroma a Gürtel; los mismos que se han cargado las cajas a golpe de saqueo; los mismos liberales trincones parasitando como sanguijuelas del Presupuesto. Empezando por ti, sonrisa impostada estomagante, que llevas toda la vida viviendo del contribuyente.
Lo del Partido Popular es cada día más penoso. Tu inutilidad e incompetencia, Pablo Casado, un pelele en manos de Aznar, están alcanzando niveles inimaginables. El Partido Popular que está al frente de la Comunidad de Madrid, con el apoyo de Ciudadanos, está dando muestras de una completa falta de capacidad negociadora, enquistando el conflicto del taxi, en el que los taxistas tienen toda la razón y estás luchando literalmente por su supervivencia y por la de sus familias. El muermo ese de Ángel Garrido es el responsable de los inconvenientes que padecen los ciudadanos. Es el Partido Popular el culpable del conflicto y el que está dando muestras de estar al servicio de las multinacionales globalistas. Un auténtico suicidio político.
Mostrando tus auténticas y aviesas intenciones, Pablo Casado, manifiestas literalmente que quieres acabar con el sector del taxi. La reacción lógica es que ningún taxista de toda España ni sus familiares vote a ese partido cloaca de corruptos, que ni tan siquiera tiene claros los más mínimos principios. No te va a votar nadie. Ya están las empresas de sondeos metiendo las últimas encuestas en el horno porque el PP se está literalmente hundiendo.
Haciendo gala de falacia neoliberal, Casado has espetado en su twitter que «vamos a presentar una iniciativa parlamentaria para que la regulación del taxi y VTC sea estatal, liberalizar el sector del taxi para que pueda competir y un fondo para recomprar licencias y que los dos sectores coexistan. Es insólito trasladar el problema a las CC AA«. Mira zampabollos, niñato consentido que llevas toda la vida viviendo de la política, y cuya licenciatura y másters son más falsos que un Judas de plástico, y te han tenido que limpiar todas las inmundicias de tu curriculum jueces aupados por tu partido, lo que hay que hacer es cumplir la Ley con la proporción 1/30 y las VTC, ariete del globalismo, al que sirves y te pliegas ni deben ni pueden competir con el taxi.
Por de pronto, si es insólito trasladar el problema a las Comunidades Autónomas es porque estas no sirven más que para alimentar parásitos como el muermo de Ángel Garrido y lo que hay que hacer es cerrarlas, como dice Vox, y algunos llevamos toda la vida diciendo. Pero tu propuesta, Pablo Casado, es acabar con el taxi para dejar el terreno libre a las multinacionales. Vas, jodido cachorro de Aznar y la sita Esperanza Aguirre, «a liberalizar el sector del taxi para que compita». El sector del taxi ya compite y es competente. Lleva décadas de buen servicio. Funciona y lo que funciona no se debe tocar. Lo que no funciona es el PP ni con caja B. Los taxistas compiten unos con otros. Con precios reglados porque son un servicio público al que han accedido mediante licencias, que son su patrimonio y el de sus hijos y familiares. Y eso da tranquilidad al cliente.
En toda esta etapa de crisis, de la que no hemos salido, ni con gentecilla como tú saldremos a este paso, el taxi ha sido un colchón de solidaridad para las familias, la mejor y única herencia. Así que planteas «un fondo para recomprar sus licencias«, con la lógica de una especie de expropiación y que «los dos sectores coexistan». El liberalismo se ha convertido en el último refugio de los estúpidos y tú eres el paradigma. Mira, listo, en Estados Unidos, Google ha lanzado 60.000 taxis autónomos que no van a llevar conductor, ni taxista ni conductor de VTC, con lo que las reclamaciones de estos son una filfa, no son mas que rehenes de las multinacionales. Así que la lucha de los taxistas nos compete a todos, es una lucha digna y heroica por una sociedad humana, por sus puestos de trabajo, por su supervivencia.
Lo que hay que liberalizar es el sector político, reduciéndolo al mínimo, de forma que personajillos como tú, Pablo Casado, os pongáis a trabajar en algo digno, por una vez en tu vida. De recepcionista del Hotel Huerto del Cura ya no puede ser, porque la familia de tu esposa lo ha vendido.