Enrique de Diego.
Sal de esa escombrera en la que figuras como inscrito. Huye a la carrera, lo más lejos posible. Es el mal con ausencia de todo bien. No hay una sola de sus propuestas que mejore la sociedad o a las personas. Es una farsa innoble de unos cuantos profesoruchos de esa cloaca emporrada que es Políticas para trepar y montárselo a tu costa, como ya es evidente.
Has sido engañado. Te han tomado el pelo. Se han aprovechado de ti y de tu esfuerzo. Te han manipulado con los implantes que te han ido imponiendo desde la escuela y los medios de comunicación cuyos propietarios son asquerosos capitalistas. Porque no sirves a los pobres, sino a los muy ricos y a sus designios destructivo de la especie, a esos pozos de odio que se alimentan y enriquecen con el envilecimiento de las sociedades.
Estos podemitas, tardocomunistas acomplejados que ahora reconocen que mintieron sobre Venezuela, donde la gente se muere de hambre mientras Maduro come a dos carrillos como un psicópata ideológico, están destruyendo tu barrio, tu ciudad, tu sociedad y tu Patria. Por supuesto, que la Patria tiene mucho que ver con la nevera, pero no en el sentido tergiversado de Pablo Echenique. Sin Patria no hay progreso, no hay sociedad, no hay convivencia, no hay comunicación entre las personas. Están destruyendo tu mundo y te están destruyendo a ti, a los tuyos, a tu familia, a tus amigos, sacrificados a una serie de tópicos ya manidos y rancios, a dogma inconsistentes, a auténticas estupideces de parvulario progre que se empeñan en imponer como verdades, a pesar del absurdo que contienen y de la ilógica en la que se mueven.
Es todo mentira. Podemos sirve el rey de la mentira. No hacen más que mentir como frívolos inconsistentes que no miden las consecuencias de sus actos. Ya no sirven ni como tapadera del Partido Comunista ni como bastón del degradado PSOE.
Sea cual sea tu situación, no puede más que empeorar bajo esa oscura sombra podemita, bajo su ideario falsario, bajo su intento de demoler todo lo bueno, bajo su inmensa ineficacia, porque son de los que aman tanto a los pobres que los crean por millones.
Cierto que te generaron al inicio una cierta ilusión, un cierto sentido de pertenencia a algo participativo, pero no era más que una ficción y un engañabobos. Aplican la piqueta a todo lo que puede salvarte, a todo lo digno y noble, a todo lo que implica virtud y esfuerzo.
Sal a la carrera. Huye y no pares hasta estar muy lejos, lo más lejos posible.