Editorial.
Andalucía necesita un cambio, España necesita un cambio de rumbo. Hay demasiadas cosas que van demasiado mal y lo viejo y corrupto no sirve, con su sumisión a todo lo degradante.
Andalucía es una región parasitada y saqueada por el PSOE. Sólo el 10,8% de la ciudadanía considera la gestión socialista buena; el 50,6% de los votantes socialistas la consideran sólo regular. El sistema trata de transmitir que es mejor dejar las cosas como están, que los andaluces están hartos pero no confían en las alternativas. Es una propuesta de adormecimiento que ha de ser rechazada.
Los andaluces tienen la posibilidad de empezar a enderezar las cosas, de frenar el despilfarro, la opresión fiscal y de poner coto a la inmigración invasiva. Pueden acabar con el separatismo que es el aliado del PSOE, desde Esquerra Republicana hasta EH Bildu, pasando por el PNV. Hay que poner coto a esa ficción del nacionalismo andaluz socialista, de un socialismo al margen de los desafueros del resto y del proyecto de destrucción de España que encarna Pedro Sánchez.
El PSOE va a bajar y mucho, cuanto más baje, mejor. El PP va a bajar y mucho, cuanto más baje, mejor. El PP acaba de entregar, en una traición tremenda, la Justicia al partido socialista y a los separatistas, les ha dado la mayoría absoluta en el Consejo General del Poder Judicial y ha desmantelado el Tribunal que juzgará a los sediciosos poniendo a gente próxima a las tesis entreguistas de Sánchez. El PP de Pablo Casado ha demostrado que sigue instalado en la corrupción ideológica, en la traición a cualquier principio y en la tomadura de pelo a los electores.
Nuestros lectores son ilustrados y tienen un elevado espíritu crítico como para adoptar sus decisiones de cara a las urnas. Nosotros queremos trasladarles nuestra reflexión de que para Rambla Libre los únicos votos útiles en las elecciones andaluzas del 2 de diciembre son los de Ciudadanos y Vox. Ciudadanos porque, en la supuesta competición con el PP, lo mejor es concentrar el voto en una formación, para evitar el castigo de la Ley d´Hondt. Ciudadanos no ha entrado en el enjuague judicial y mantiene una postura clara y sin concesiones en la materia fundamental de la unidad de España.
Vox va a entrar en el Parlamento andaluz y eso cambiará muchas cosas en España, temblaran muchas estructuras anquilosadas y muchas ideas fracasadas y altamente destructivas. Vox es el único partido con una posición clara contra la inmigración ilegal invasiva que amenaza la identidad de España y que extiende un clima de inseguridad. Ese debate es necesario ganarlo cuanto antes y la entrada de Vox con fuerza, con la máxima fuerza, lo abrirá de manera irreversible y altamente beneficiosa. Se da por segura la entrada de un diputado por Almería, donde los inmigrantes representan la desorbitada cifra del 17%, el 10% marroquíes. Hay, en efecto, algo de inicio de reconquista en estas elecciones. Se da por muy posible la entrada de un diputado por Sevilla. De confirmarse esos resultados, eso ya sería un cambio copernicano, pero lo que pondría al sistema contra las cuerdas sería que Vox entrara en el Parlamento de Andalucía con grupo propio.
Los andaluces van a apostar por el cambio y van a dar la espalda a los caciques y a sus marcas blancas de izquierdas. El futuro está abierto.