Virginia Montes.
La Unión Europea tiene otro problema, Suecia, desde el 9 de septiembre, fecha en la que tienen lugar las elecciones generales, en las que Demócratas de Suecia, liderado por Jimmie Akenson, va escalando posiciones y en estos momentos no se descarta que sea el partido más votado, lo cual sería un terremoto en toda Europa, que mantiene a una Suecia que ya no existe como el paradigma de la socialdemocracia.
Demócratas de Suecia es ampliamente mayoritario en intención de voto entre los jóvenes y crece en implantación en la base social tradicional de la socialdemocracia, la clase obrera. Ahora el objetivo es posicionarse mejor entre mujeres y ancianos. Jimmie Akenson está haciendo una campaña muy intensa, recorriendo cada rincón de la nación y con elevada moral de victoria. Ya nos veo como ganadores» dijo Jimmie en un reportaje al Dagens Nyheter, el principal diario sueco. Y el número dos, Mattias Karlsson, declaró: ”Ya no es posible pararnos, es demasiado tarde”.
Es frecuente entre los analistas explicar el ascenso de Demócratas de Suecia afirmando que se han moderado, por modificaciones en el márketing, empezando por la simbología del partido, con los colores de la bandera sueca, pero lo cierto es que los mensajes son claros y radicales: cero inmigración, lucha contra la criminalidad y referéndum para la salida de la Unión Europea. Cero inmigración no es sólo el cierre a la entrada de sino la salida o deportación de cuantos llegaron y fueron acogidos. La lucha contra la criminalidad es hacer desaparecer las zona no go y la salida de la UE muestra el rechazo que la imposición de políticas globalistas, multiculturales y proinmigración ha generado en las poblaciones contra Bruselas.