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Javier García Isac: «Toda la provincia de Cádiz es un hervidero y la gente empieza a ser consciente de que esto es insostenible»

Redacción




Enrique de Diego.

Javier García Isac disfruta de unas cortas y merecidas vacaciones tras una temporada de esfuerzo recompensado como director de Radio Ya. «La verdad -señala a Rambla Libre- es que la temporada ha sido más que espectacular. Con unos resultados de audiencia que nos han sorprendido a todos y que han conseguido un doble objetivo, por un lado, una motivación extra, y por otro lado, una mayor responsabilidad. No deseamos decepcionar o todos aquellos que han elegido a Radioya como medio para informarse, como medio para entretenerse«.

Inmigrantes ilegales. /Foto: elconfidencial.com.

Para esas vacaciones, ha elegido el litoral gaditano, que ahora se encuentra bajo la presión de la llegada masiva de inmigrantes ilegales. Javier García Isac describe la situación: «Actualmente, toda la provincia de Cádiz es un hervidero. A nada que uno pregunte y se preocupe, comprenderá que la tensión se nota y esto no ha hecho más que comenzar. Si antes te atosigaban en las playas, en las terrazas, esto se ha multiplicado de forma exponencial. Solo es el principio. Cádiz tiene una altísima tasa de paro, con un trabajo muy estacional en verano gracias al turismo. El verdadero problema se hará mucho más visible a partir de octubre. Las instituciones están desbordadas, y todo ello como consecuencia del irresponsable efecto llamada de Pedro Sánchez y del falso buenísimo de la izquierda de este país».

La situación va a marchas forzadas hacia un nivel insostenible: «existe una gran preocupación de lo que pueda suceder a partir de este momento. La llegada de inmigración ilegal descontrolada y con nula intención de integrarse es incesante. Incluso aquellos que simpatizaban con la idea de que España es un país de acogida y frases hechas muy del estilo del buenísimo de la izquierda, empiezan a darse cuenta de que esto es insostenible. A los problemas habituales de falta de medios, se le suma ahora una mayor inseguridad y falta de control de lo que sucederá con toda esta gente que llega y que nadie tiene muy claro cómo controlarlos y donde irán a parar«.