Javier de la Calle.
La situación es alarmante y empeora por momentos: desde el 1 de enero se han doblado el número de inmigrantes que han entrado ilegalmente en España. Mientras las políticas de Salvini han reducido la inmigración hacia Italia el 80%, el mensaje laxo lanzado por Pedro Sánchez ha disparado el número de llegadas. Ha sido el 23 y 24 de junio cuando se han superado todos los límites y fuentes del Cuerpo Nacional de Policía consideran que las cifras se van a volver a multiplicar por dos o por tres.
La responsabilidad directa es de Marruecos. Libia es un estado fallido por la criminal frivolidad de los políticos europeos que, para ocultar el dinero recibido de Gadafi, como Sarkozy, destinaron sus Fuerzas Armadas a asesinarlo, pero Marruecos es un estado soberano que está permitiendo un proceso de exportación de excedentes de población y de invasión islamizante. Se considera que en España hay 250.000 marroquíes en situación irregular. Hay notorios campamentos de irregulares en las cercanías de Ceuta y Melilla. Pedro Sánchez no ha hecho hasta ahora mención a este hecho. No ha pedido explicaciones.
Desde el 1 de enero a Italia han llegado 11.288 ilegales, mientras a España lo han hecho 15.441. Entre el 1 de enero de 2.017 y el 15 de junio de ese año llegaron 243 pateras con 5.639 ilegales a bordo. Este año han llegado 463 con 10.746 personas. Nunca son deportados. Pasan a vivir a costa del contribuyente español o se incorporan a las redes de distribución de las mafias chinas o al tráfico de drogas.
Las dos últimas semanas han sido especialmente letales, en medio de la ineficacia y la laxitud del nuevo Gobierno que se presenta en Europa como el único dispuesto a abrir sus fronteras, en un auténtico suicidio. La política migratoria del Rey Mierdas Pedro Sánchez es no tener política ninguna.
Los dos últimos fines de semana los inmigrantes ilegales que han llegado han superado en cada uno de ellos los 1.000, con lo que la cifra de arribadas desde el 1 de enero se sitúa en 16.323.
Primer síntoma de que el Gobierno empieza a darse cuenta de que está siendo superado por su propia estupidez. El ministro de Fomento, José Luis Ábalos ha afirmado en la cadena Ser que España tiene una «visión humanitaria muy respetuosa con los derechos humanos y muy comprensiva con el drama que viven determinadas poblaciones», pero que «otra cosa es que nos constituyamos en la organización de Salvamento Marítimo de toda Europa». Una cosa es un caso de “urgencia humanitaria” como el Aquarius y otra la política migratoria que Ábalos descarga en la Unión Europea.