Miguel Sempere.
Este portavoz en dualidad – Ayuntamiento de Sevilla y Diputación- funcionario en excedencia tendrá que renovar el año que viene si quiere continuar con su carrera política dentro de la formación que dirige Albert Rivera. Javier Millán de Cózar, de nombre completo, gestiona dos portavocías que cuestan a los sevillanos más de 600.000 euros al año, lo que en suma al acabar la legislatura dará un montante de 2,4 millones de euros a razón de sueldos y seguridad social del personal a su cargo y de las asignaciones que recibe en concepto de gastos de funcionamiento.
Dicha cantidad de medios no sabemos si será suficiente para afianzar la candidatura de Millán en 2019, dadas las declaraciones del líder de la formación, Albert Rivera, quién saldrá a ganar y quiere buscar candidatos de renombre, extremo que Millán a día de hoy no ha conseguido, al menos en lo que conocimiento de la ciudadanía tiene de él, ya que, sí conocen ampliamente al partido, pero no al portavoz según una encuesta reciente.
En su camino también se halla un problema de gran envergadura, y no es otro, que su enemistad con su compañera de partido, Virginia Millán Salmerón, diputada por Sevilla en el Congreso y esposa del número tres de la formación naranja a nivel nacional, Fran Hervías. Enemistad que se ha ido fraguando desde 2015, año en que también conoció Salmerón a su hoy marido.
Enemistad de la que Rambla Libre ha tenido conocimiento documental y es un secreto a voces dentro de la organización le ha valido a de Cózar más de un sofocón, y es que, aunque compartan apellido, parentesco y afinidad personal no.
Un ejemplo concreto, el pasado año, por lógica, el concejal sevillano, portavoz de la cuarta ciudad más grande de España, debería haber tenido presencia en el Consejo General de Ciudadanos del que a día de hoy no forma parte, extremo que vetó el marido de Millán Salmerón, seguramente a instancias de su esposa ya que es muy extraño haber sido de los candidatos más votados, ir en la lista oficial y al final quedar fuera.
Y es que Hervías en el último momento le anunció la no inclusión dentro del selecto grupo. de Como dato curioso, sí entraron personas de confianza del círculo de la diputada, aunque sin rango alguno dentro del partido, extremo que humilló más aún a de Cózar.
Este afeo personal le ha valido a Millán de Cózar momentos de aislamiento e incluso desmoronamiento, además de ponerlo en el piquete, cuando Hervías le ordenó a Millán de Cózar el cese de dos de sus asesores en la Diputación, extremo que agravó aún más la situación del portavoz en la Diputación de Sevilla, al ser denunciado por uno de ellos a quién despidió sigilosa e ilegalmente, forzado, eso sí, por Hervías.
Millán eligió el sacrificio de los suyos en pro de su salvación, algo que le acompañara siempre por quienes le tildan de “Capitán Schettino” aquél célebre, que naufragó el Costa Concordia abandonando a su suerte barco y pasajeros.
Eso le ha valido hasta ahora una tregua y la falsa imagen de unidad, aunque es bien conocido que podría brillar más toda esta inversión conjunta, humana y de medios, si los celos por mantener el control de la plaza sevillana no estuvieran en disputa constante entre la famosa diputada por no saber pedir el voto en televisión y concejal-portavoz dual sevillano.
El tiempo nos dirá si Javier Millán mantiene el tipo y renueva en 2019 o se producirá el recambio que Rivera ansía en las grandes capitales.