Miguel Sempere.
Leandro Pérez, candidato a las primarias de Ciudadanos en Murcia, presentó un informe pericial en el que detalla que el 57,05 de los votos procedieron de IP de la región, mientras que el resto correspondieron a ordenadores de Madrid (12,63%), Cataluña (14,73%), Valencia (11,57%) y otros puntos del pais. La Policía Nacional en su informe detalla 14 IP de fuera de la región. El juzgado de Instrucción número 5 de Cartagena, que instruye el caso, no ha recibido la información solicitada sobre el proceso de primarias que dio la victoria a Isabel Franco, diputada autonómica y vicepresidenta regional de la Asamblea autonómica, lo que no es óbice para que Ciudadanos, un partido manifiestamente litigante, se presenta como «perjudicado» a la causa, y la propia Isabel Franco.
Una artimaña jurídica para salvar el sistema telemático ideado por el secretario de organización, Fran Hervías. La misma estrategia que siguió el PP en el caso de Luis Bárcenas. Por de pronto, es reconocer que hubo un pucherazo en Murcia, el segundo, tras Castilla y León. Ciudadanos pretende saber a qué se enfrenta teniendo acceso al sumario. porque sí ha habido suplantación de identidades o delitos informáticos, alguien se puede enfrentar a la cárcel. Otra cosa es que el juez les permita ser acusación con fines torticeros.
Ciudadanos tiene la mala costumbre de acudir a los tribunales ante cualquier crítica en una persecución a los disidentes, impropia de un partido que hace tiempo predicaba la regeneración de la vida pública y de la vida interna de los partidos. El abogado Alberto Ganga, el primero que dio la batalla judicial contra Ciudadanos, afirmó en la Comisión de Investigación sobre financiación de partidos en el Senado, que «en los tribunales me han pasado cosas muy raras con Ciudadanos».
A la vista de lo sucedido en Castilla y León, donde Francisco Igea tuvo que denunciar hasta resultar ganador «irregularidades evidentes», pues «el acta pública de las primarias recoge un total de 1012 votos, cuando la suma de los sufragios es de 1.o94″, pero la candidata del aparato y de José Manuel Villegas, Silvia Clemente, un ‘fichaje» del PP, llegó a ser dada por ganadora. El sistema telemático de Fran Hervías siempre ha estado en cuestión, pues no establece control alguno y, sin embargo, el partido ha avalado un sistema de votación chapucero, que a nadie gusta, la propia Isabel Franco, de Murcia, dice que el mejor sistema es el presencial.
A Ciudadanos le crecen los enanos. Todavía está por verse judicialmente las primarias de Madrid, que dieron la victoria al progre vergonzante Ignacio Aguado, El litigio se iba a resolver en vísperas de las elecciones pero se decidió retrasarlo unos meses, finales de febrero o marzo, todo lo más. Juan Carlos Bermejo presenta denuncia por vulneración de derechos fundamentales, el derecho de asociación concretamente: no le dieron el censo e interactuar con los afiliados. Ahora, con el desastre electoral del 10 de noviembre, parece que a los tribunales se les han abierto los ojos. Y puede estallar el modelo de financiación de Ciudadanos a través de las asignaciones a los grupos municipales y autonómicos o la forma de financiarse en las elecciones municipales de 2015 en Madrid del bolsillo de los candidatos, una espléndida chapuza, como si Ciudadanos fuera una marca comprada por los franquiciados, los candidatos locales.
Con este panorama, Ciudadanos, que no está para dar lecciones a nadie sino para recibirlas, ha ejercido de Robespierre respecto a los demás, viendo la paja en el ojo ajeno cuando tenías vigas en el propio. Y lo curioso es que el sistema judicial le ha amparado, en uno de los episodios más lamentables de la Judicatura en España, como ocurre con la juez del Juzgado de Instrucción número 3 de Elche, Marta Alba Tenza. La veda se ha abierto. Los recortes en el partido pueden dejar de pagar los elevados costes del despacho de abogados Fúster y Fabra; las elecciones gallegas, vascas y catalanas dibujan un panorma de extinción de Ciudadanos y lo peor es que Inés Arrimadas no parece dispuesta a cambiar nada y se está viniendo abajo, «Es un clon de Albert Rivera», nos comenta un destacado crítico, lo que sería traducible por es una pelele en manos del aparato. Ciudadanos está «herido de muerte», me dice el mismo directivo, y, la verdad, no tengo nada que añadir.