Enrique de Diego.
Manuela Carmena, eres una pendeja, una dinosauria progre, cuyo objetivo es convertir Madrid en un gran Lavapies, lindando con el Parque del Conde Orgaz, porque a los progres os encanta haceros los humanitarios fastidiando la vida de la gente. La Policía Local de Madrid está para que se cumpla la Ley y la Ley no permite la venta ambulante de esa economía sumergida que es el top manta. Así que la Policía Local estaba en su deber de perseguir a ese «ciudadano», como le tildas tú, al que le ha dado un infarto a los 35 años, señal de que tenía la salud muy deteriorada. De seguro de ser un español blanco no lo ibas a sentir demasiado y, desde luego, no ibas a abrir investigación alguna para «actuar en consecuencia«, que suena a amenaza, viniendo de quien debería respaldar a sus subordinados, que son la Policía Local.
Pero a ti, Carmena, Lavapies, que es una mugre, te pone. Lavapies es el barrio icónico de Podemos, el ideal para los demás, no para vosotros, que vivís en urbanizaciones con seguridad privada, encantados de hablar de los pobres y los inmigrantes a la hora del aperitivo y que tendéis a no pagar a los trabajadores a los que despedís. Vamos, Manuela, que sois el colmo de la hipocresía.
Hubo un Lavapies, castizo y entrañable, cantado con donaire y orgullo por el chotis. Lavapies es ahora una cochambre, una mugre, un barrio degradado que huele a meados y a droga al por mayor, donde se hacinan y fluctúan inmigrantes sin papeles, okupas subvencionados, pijos jugando al antifas en Raíces y La Quimera, senegales del top manta y magrebíes del trapicheo. Es un museo viviente de eso que, Carmena, pendeja, os pone tanto del multiculturalismo. Y el multiculturalismo es la mierda y el conflicto. Ya es notorio que no nos van a pagar las pensiones los «ciudadanos» de Lavapies porque su aportación al PIB es el top manta, que no tributa, y el menudeo, que tampoco; cero zapatero. Así que no aportan más que conflicto y destrucción de mobiliario urbano y propiedad privada.
Lavapies, Carmena, pendeja, ha sido durante horas la estricta anarquía y el vandalismo pirómano. No tienes tú, hipócrita, toda la responsabilidad pero sí mucha. No empezaste la degradación, porque todos han contribuido, pero tú la has culminado y has pretendido darla carta de legitimidad. Estáis convirtiendo Madrid en una mugre, en una cochambre, degradado al máximo Tetuán de las Victorias, infecta la Gran Vía y sus aledaños.
Mereces ser coronada, chulona progre, emperatriz de este Lavapies de pis y droga con una corona de mierda y hojas de marihuana. Ahora no se va de Madrid al cielo, sino a la cloaca.
Abre tu maldita investigación y «actúa en consecuencia»: ¡vete a tu chalet del Parque del Conde Orgaz y déjanos tranquilos, pendeja!