Miguel Sempere.
El pasado 12 de febrero, seis asociaciones feministas, altamente subvencionadas, encabezadas por la Federación de Mujeres Progresistas, Asociación de Mujeres Juristas Themis y Asociación de Mujeres Separadas y Divorciadas, presentó a Isabel López de la Torre como una heroína feminista, poniendo en circulación el término «maltrato judicial«.
Las citadas asociaciones feministas no ocultaron su intención de ser ellas las que decidan las sentencias. Según afirmó Yolanda Besteiro, concejal socialista de Alcalá de Henares y presidenta de la Federación de Mujeres Progresistas, «se insiste en que deben denunciar y luego no reciben la respuesta que esperan».
El ataque iba expresamente dirigido contra la titular del Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 1 de Arganda del Rey, María Jesús López Tardón, quien pidió y recibió el amparo del Consejo del Poder Judicial y el respaldo de las asociaciones de jueces.
En la rueda de prensa, Isabel López de la Torre tuvo su momento de gloria y se despachó: «Pasamos del maltrato en casa, al maltrato judicial» y concretó que «llegué destrozada psíquica y físicamente, con marcas de estrangulamiento en el cuello». Adoptó un tono heroico: «Soy una superviviente y de motu propio he decidido morir de pie a seguir de rodillas«.
Las Asociaciones feministas en su afán de controlar por completo la Administración de Justicia, habitualmente servil a su presión, han cometido un error mayúsculo. Después de una exhaustiva investigación, estamos en condiciones de afirmar que Isabel López de la Torre es una falsa heroína feminista, más bien cabe definirla como una psicópata de género; que en torno a ella se ha montado una campaña mendaz, jaleada por los medios de comunicación sin contrastar datos ni el más mínimo espíritu crítico.
En próximos días iremos desgranando los resultados de la investigación que sitúan a Isabel López de la Torre como una presunta simuladora de delitos a gran escala, como una persona violenta, practicante de tiro olímpico, que tiene amedrentado al vecindario de su urbanización, que presenta como agresiones lo que parecen ser lesiones deportivas, que, según fuentes contrastadas, podría haber matado a un perro para inculpar a su ex, que ha proferido ante su hija comentarios que sólo pueden entenderse como presunto maltrato a un menor…