Virginia Montes.
Esta es la Europa de la corrección política, de las ONGs de George Soros, del buenismo de Ángela Merkel y del Welcome refugees de Manuela Carmena: Berlín se ha visto obligado a llegar a la indignidad de establecer una zona segura en la fiesta de Nochevieja contra agresiones sexuales y violaciones, que son protagonizadas por musulmanes que viven a costa del contribuyente. En la memoria, la Nochevieja de Colonia.
Hace dos años, en Colonia una horda de magrebíes musulmanes se dedicaron a acosar y violar a mujeres alemanas, haciéndolas pasar entre filas de acosadores. Las autoridades han sido incapaces de encontrar a los culpables, como fueron incapaces de evitar la orgía de acoso sexual.
Los organizadores de la Nochevieja de Berlín han contratado a 500 personas que tendrán la difícil misión de impedir que se produzcan incidentes y estarán apoyados por unos 1.400 agentes de la policía. En el acceso a la zona se controlarán todos los bolsos de los visitantes, que no podrán entrar con ningún tipo de petardos ni bebidas alcohólicas.
Pero en vísperas de la gran fiesta de Berlín, el presidente del sindicato de la policía de la capital alemana, Reiner Wendt, tuvo palabras poco amables con la iniciativa de ofrecer una zona de seguridad para las mujeres. En una entrevista con un periódico regional, Wendt señaló que la iniciativa, aunque había sido propuesta por sus propios colegas, ocultaba la dimensión política del problema. “La medida de crear una zona de seguridad para las mujeres es falsa y deja al desnudo que habrá zonas de seguridad y zonas de inseguridad en la fiesta”, dijo Wendt. “Esto representa el fin de la igualdad de género, libre movilización y autodeterminación. Las mujeres deberían tener el derecho a sentirse seguras en todas partes”, dijo el funcionario.