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¿Cómo coño puede Rajoy seguir gobernando España?

Redacción




Mariano Rajoy. /Foto: jorgebustos.com.

Roberto Centeno. Catedrático de Economía.

El desastre total, absoluto, sin paliativos que para el PP – poco más y les gana una junta de vecinos –  para Cataluña – que se ha suicidado – y para España, han supuesto las elecciones, merece sin duda el calificativo de hecatombe. Una catástrofe cuya responsable principal ha sido esa desgracia con patas que es Soraya Sáenz de Santamaría, la despótica estratega jefe del PP, de sus ministros, del CNI y de todo lo que se mueve en este gobierno de incompetentes y traidores, amén de los grandes medios de comunicación, y que probablemente asesorada por Cebrián, porque ella carece del más mínimo conocimiento político ni sentido del Estado, convenció al cobarde patológico de Rajoy de improvisar deprisa y corriendo unas elecciones, sin que se dieran las garantías democráticas mínimas para ello.

Soraya Saénz de Santamaría. /Foto: economiadigital.com.

Los golpistas han ganado las elecciones y el loco mesiánico de Puigdemont

Con todo el poder económico, mediático y de coacción en manos de la organización criminal que dirige el independentismo, el resultado no podía ser otro: los golpistas han ganado las elecciones, apenas si han bajado unas décimas y no solo eso para acabar de complicar las cosas no ha sido Junqueras quien ha ganado, con el que tal vez se pudiera negociar algo, ha sido Puigdemont un loco mesiánico con el que será imposible pactar nada, a Cataluña la espera un oscuro y largo valle de lágrimas  económico y de convivencia, pero es lo que los catalanes han querido, así que lo disfruten. Paro afectará también y gravemente a España, el fracaso de Rajoy es una amenaza grave para la unidad de España, ya que este cobarde jamás se atreverá a tomar las medidas necesarias para acabar con el problema a pesar de tener todo la fuerza, la ley y la razón de su lado, y nos volverá a sumergir en la crisis. Tanto es así que se hace casi imposible imaginar como Rajoy puede seguir gobernado ( es un decir) España, después de la debacle sufrida en la segunda región mas importante de la nación.

El hundimiento del PP con tres escaños y que ni siquiera tendrá grupo propio, y sin representación alguna en Lérida, Gerona y Tarragona, obligaría hoy mismo a un ejercicio de autocrítica en profundidad, y a la dimisión o cese fulminante de la vicerreina en funciones de la Generalitat. Asombrosamente, nada mas lejos: “el PP no tiene culpa de nada, los culpables han sido los de Ciudadanos, que se han equivocado completamente de estrategia y en lugar de ir de la mano con el PP han preferido ir por libre, evitando así la victoria de los constitucionalistas”. Alucinante, pero cierto. La realidad es que gracias a Rajoy, a su cobardía ilimitada aplicando un 155 totalmente descafeinado que dejaba todo el poder efectivo en manos de los golpistas, y una convocatoria de elecciones a la máxima velocidad posible, una “organización criminal” regirá los destinos de Cataluña durante los próximos cuatro años.

El fracaso de Rajoy, en primera plana de toda la prensa mundial

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Toda la prensa mundial destaca en primera plana el fracaso de Rajoy en acabar con la amenaza independentista, en que se ahonda la fractura social y en que se abre un periodo de total incertidumbre que acabará sumergiendo de nuevo no sólo a Cataluña, que será la más afectada, sino a toda España en la crisis. En sentido contrario y como nadie de nivel del PP tuvo la dignidad de salir a dar una explicación, enviaron de mensajera a una mindundi de cuarta fila, la vicesecretaria de Estudios y Programas del PP, Andrea Levy, una paniaguada de Santamaría, con el mensaje de sus jefes de  que “el resultado es malo, pero que no hay que pedir responsabilidades a nadie”, y que “el Gobierno de España va a seguir estando al lado de los españoles y de la normalidad”, el problema que miserables cobardes incapaces de dar la cara que nos enviaron a esta mensajera de tercera regional ( podían haber mandado mejor al conserje), parece ignorar es que somos los españoles los que ya no estamos al lado del PP.

Cristina Cifuentes. /Foto: elplural.com.

De todas formas el tema esta claro. Rajoy no va a mover ficha, con la vista al frente y firme el ademán piensa seguir adelante como si nada hubiera pasado, dispuesto a concurrir a las elecciones europeas y municipales de 2019 y las generales de 2020, porque este irresponsable piensa seguir en el poder dos año y medio más con la ayuda de los grandes de la comunicación como Prisa, las grandes cadenas de televisión y las pequeñas como 13 TV, más naturalmente RTVE, todas a sueldo de la vicepresidenta, algo que paradójicamente después del estrepitoso fracaso, después de haberse equivocado en todas y cada una de las decisiones, hace que Rajoy la necesite más que nunca, así que ya se pueden ir despidiendo Feijoo, la Cospedal y Cifuentes, porque no van a tocar balón, sólo podrán poner a caldo en voz muy baja a la que será sin duda la enterradora del PP . Y dentro de sus filas, las purgas stalinistas que han llevado a la expulsión de todas las personas valiosas del PP, el resto son unos meros paniaguados que jamás osaran sublevarse, irán como corderos al matadero.

Ahora bien la intención de Rajoy de “sostenella y no enmendalla”, apoyada además en los malos – no desastrosos pero si muy malos – resultados del PSOE y Podemos, tiene tres factores que podrían hacerla inviable, de hecho y repito es casi imposible imaginar a Rajoy en el poder dos años y medio adicionales. El primero es obviamente Albert Rivera, que puede acabar con la legislatura y convocar nuevas elecciones en cualquier momento y así tratar de extender a España el rotundo éxito que ha cosechado en Cataluña reduciendo el PP a la irrelevancia. De hecho muchos militantes es lo que van a exigirle, pero Rivera puede tener otro plan que considera mucho más seguro: repetir la operación de Cataluña. Es decir, esperar el desgaste total y absoluto de Rajoy – que sin duda se producirá, porque no tendrá Presupuestos, tratará de arruinar España con una subida de impuestos histórica para ofrecer un nuevo modelo de financiación a la banda criminal que gobernará Cataluña, y presionará a los jueces para que liberen a los golpistas – para presentarse, y como en Cataluña arrasar de verdad pero esta vez en toda España.  

José María Aznar. /Foto: jmaznar.es.

Una legislatura muerta, un Rajoy acabado

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La segunda son los jueces y fiscales, que si tienen el coraje de hacer caso omiso de las presiones políticas, y no sólo del PP también del PSOE y los separatistas, de perseguir los delitos de esta organización criminal de acuerdo con la Ley, y meter en la cárcel a toda la cúpula golpista, lo único posible en un Estado de Derecho, crearían una situación que obligaría a convocar elecciones generales. Y finalmente Aznar, que me consta que sigue minuto a minuto la desintegración del PP y podría saltar a la palestra con un PP reconstruido provocando una estampida en masa de militantes hacia sus filas, ministros y altos cargos incluidos, tratando de huir de la quema, que harían imposible la continuidad de Rajoy. El problema para Aznar y lo sabe, es que el deterioro del PP es ya tan enorme e irreversible que aún con él al frente y recuperando lo más valioso del PP expulsado por Rajoy, es muy difícil que gane las elecciones.

En todo caso, el resumen es éste. Los resultados de Cataluña son una auténtica hecatombe, pero ni Rajoy ni el PP ( suponiendo que existiera tal cosa) lo van a reconocer, ni va a mover un dedo excepto para ayudar a los traidores y criminales golpistas, judicial y económicamente. Rivera va a seguir la misma estrategia que en Cataluña, esperar a un acontecimiento extraordinario que hunda a Rajoy antes de darle la puntilla. Jueces, fiscales y Aznar ignoro lo que harán, pero con independencia de ello y admito apuestas, Rajoy no podrá seguir gobernando España muchos meses más, a pesar del apoyo de Prisa y las grandes cadenas de televisión, y por mucho que sea el empeño que ponga en ello.  

Roberto Centeno: La desastrosa Soraya Saénz de Santamaría