Luis Bru.
Rodrigo Lanza, el presunto asesino de Víctor Laínez, no es ningún desconocido. Este chileno es un protegido de la izquierda radical, de la CUP y Podemos, que no han condenado el asesinato, y había sido condenado a la ridícula pena de 5 años por dejar parapléjico a un Guardia Urbano en Barcelona. Actualmente, se movía en los ambientes del movimiento okupa en Zaragoza, apoyado por el Ayuntamiento de Podemos.
Lanza estuvo en prisión entre el 2006 y el 2012 tras ser condenado por dejar tetrapléjico a un guardia urbano de Barcelona en los incidentes ocurridos en una casa ocupada de la calle de Sant Pere Més Baix, donde se celebraba una fiesta, el 4 de febrero del 2006. El documental ‘Ciutat Morta’, dirigido por Xavier Artigas y Xapo Ortega y en el que aparecía Lanza, puso en tela de juicio el proceso que lo llevó a prisión. En ese documental, Rodrigo Lanza calificaba a España de país racista. «He pasado cinco años en la cárcel por ser sudaca». Era afín a la causa mapuche y a la izquierda anticapitalista.
Documental emitido en TV3
El documental ‘Ciutat Morta‘ se estrenó en 2013 en 2011 en los circuitos independientes y cosechó una decena de premios. El vídeo denunciaba que todo era un montaje policial, que el caso estaba plagado de fallos, acusaciones policiales infundadas y malostratos no investigados. Su emisión en TV3 en 2015 tuvo un notable éxito de audiencia y recabó nuevos apoyos. Crecieron las presiones para reabrir el caso. Periodistas y opinadores se escandalizaron con lo sucedido y abrazaron la causa de los condenados, que se convirtieron en casi héroes para el movimiento okupa. En las elecciones de 2015, el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, en su segundo día en Cataluña en la campaña, se reunió con afectados por el denominado caso «Ciutat Morta» y con otros que participaron contra el desalojo del centro okupa de Can Vies de Barcelona.
En este encuentro participaron, entre otros, representantes de la Asociación de Madres, Padres y Familiares de Represaliados por Can Vies y Otros Casos, así como la madre de Rodrigo Lanza, encausado por el llamado caso 4F, del que da cuenta el documental «Ciutat Morta», según un comunicado que hizo público Podemos.
El presunto asesino increpó a Víctor Laínez llamándole «fascista» por llevar unos tirantes con la bandera de España. Lanza iba acompañado por otras tres personas, otro hombre y dos mujeres. Con una actitud de extrema cobardía, Lanza esperó a tener a Víctor de espaldas cuando salía del bar para golpearle en la cabeza con una barra de hierro. Diversas fuentes afirman que el grupo de ultraizquierdistas se ensañó a patadas contra Víctor Laínez cuando estaba caído. La Policía ha interrogado a un segundo sospechoso, que ha quedado en libertad tras El segundo sospechoso tras declarar ante la brigada de Información en la Jefatura Superior de Policía de Zaragoza, ya que se le investiga también por un delito de homicidio pero, en principio, solo en calidad de cómplice o encubridor. También podría ser considerado autor de un delito de omisión de socorro. En cualquier caso, deberá estar localizado y a disposición de la Justicia.
Según los testigos de la agresión, que se produjo sobre la dos y media de la madrugada del pasado día 8 de diciembre, Rodrigo Lanza atacó por la espalda a la víctima y le golpeó con una barra de hierro o sillín de bicicleta en la cabeza. Al caer desplomado al suelo, parece que este segundo detenido también le habría propinado algún golpe.
Los dos presuntos agresores iban acompañados de dos mujeres, que también huyeron del lugar de los hechos dejando a la víctima inconsciente. La Policía busca ahora a estas dos mujeres.
Víctor Laínez, al que se describe como un hombre muy sociable, aficionado a las motos y propietario de una Harley Davidson, era habitual y muy conocido en la zona donde se produjo su asesinato. Había entrado en el bar a tomar una cerveza que nunca se bebió. Rodrigo Lanza no era habitual del bar, ni de la zona.
El presunto asesino vivía en la casa okupa Kike Mur de Zaragoza, un lugar protegido por el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Zaragoza, de Podemos.
Desde el viernes se ha mantenido un completo mutismo sobre este gravísimo delito de odio. La Policía, que ha actuado con una escandalosa lentitud, sólo facilitó las iniciales del detenido, como si quisiera ocultar la relevancia del caso.