AYÚDANOS A COMBATIR LA CENSURA: Clicka aquí para seguirnos en X (antes Twitter)

FIRMA AHORA: El manifiesto contra el genocidio de los niños


Mucho más que Oriol Junqueras tendría que estar en la cárcel el conde de Godó

Redacción




Artur Mas con el conde de Godó.

Enrique de Diego.

Los delitos de sedición y rebelión son de una gravedad extrema, pues conducen a la guerra civil y el derramamiento de sangre en gran escala. El ingreso en prisión de Oriol Junqueras y de otros miembros del govern sedicioso se produce demasiado tarde. Deberían llevar mucho tiempo tras los barrotes. De Carles Puigdemont ya se sabía que es un mediocre, un miserable y un cobarde, que como degeneración final ha montado un tebeo. Un personaje patético, como la indigente mental de Carme Forcadell. No son presos políticos, como de manera estúpida repiten manipuladores compulsivos como Pablo Iglesias, sino políticos presos, porque se han saltado la Ley, el Código Penal.

Produce asombro superlativo la irresponsabilidad y la frivolidad con la que han actuado, prácticamente jugando, los sediciosos. Casi del mismo nivel que produce la debilidad durante mucho tiempo de un Gobierno que ha estado literalmente financiando la sedición. A los rebeldes se les ha dicho por activa y por pasiva que su actuación era manifiestamente ilegítima y completamente ilegal, pero han preferido cabalgar en emociones irracionales. No era cuestión de impresoras, como llegó a pensar el infantil Gabriel Rufián.

Es chocante la insistencia en que no podría aplicarse el delito de rebelión porque no ha habido violencia. Esta gente se ha creído sus propias mentiras y manipulaciones. La juez Carmen Lamelachapeau– relata en su auto diversos actos de violencia que están en las retinas de todos. Si los guardias civiles no hubieran tenido la cordura de aguantar el asedio en la Conselleria de Hacienda las desgracias hubieran podido ser mayores. Algunas actuaciones de los mossos hubieran podido terminar en tiroteos. Declarar la independencia es un acto de violencia extremo, es una declaración de guerra. Es tremendo que hayan sido incapaces de ver lo obvio.

NO TE LO PIERDAS:   Roger Moore, el más Cary Grant de los James Bond

Además, llevan cuarenta años de violencia y coacción. Imponiendo y aislando a media Cataluña. Insultando al resto de España. Convirtiendo las escuelas en auténticos campos de concentración y lavado de cerebro. Todo en el separatismo es violencia. Hasta en la gestual, como invitar la Asamblea Nacional Catalana a Arnaldo Otegi a la Diada.

¿Se me entenderá si digo que los encarcelados al menos han mostrado cierto idealismo? Mucho más que Oriol Junqueras tendría que estar en la cárcel el conde de Godó. O Jaume Roures. Al menos, en la cárcel de papel de La Codorniz. No soy juez, pero moralmente ese tipo de personajes tienen mucha menos categoría que, por ejemplo, Oriol Junqueras. Me produce vómitos que La Vanguardia, que lleva décadas alentando la secesión y lucrándose de ella, haya dado un viraje brutal. A esta cobardía de todo por la pasta le llama esa basura periodística «la hora del pragmatismo«. Han estado cobrando por encender los ánimos. Han sido serviles de los separatistas y ahora lo son de Rajoy.

La trama empresarial, de rositas

La trama empresarial del golpe de Estado, que ha sido fundamental, se va a ir de rositas. Han estado empujando y vitoreando a Carles Puigdemont y a su pandilla y luego han abandonado el barco como las ratas. Los primeros, a la carrera. Los Vallvé, Isidro Fainé, Josep Oliú, los Raventós, Javier Ferrero, Josep Pujadas, por citar algunos.

Estos son los más peligrosos, los menos fiables, los más traidores, los que adoran al dinero. Han depurado al separatismo de los «radicales» y ahora viene la operación de la sedición legal. Han salvado a Josep Lluís Trapero y ahora a Santi Vila. Era muy conveniente que pasara una noche en la cárcel. El separatismo tiene una pùlsión victimista irreprimible. Santi Vila precisaba su cuota parte de martirologio y la legitimidad de la celda, para emerger lavado de culpa, como pieza clave de la operación, a la que están sirviendo la oportunista e histriónica Ada Colau y Pablo Iglesias. El referéndum pactado, la independencia material, la plurinacionalidad y ahora eso de la amnistía.

NO TE LO PIERDAS:   Enrique de Diego en La Voz del César Vidal: REPENTINITIS, la plaga, planta cara al plan diabólico

La «sedición legal» es la peligrosa y es la que se ha puesto en marcha, con un atribulado Mariano Rajoy cayendo en el error de convocar elecciones precipitadas y mostrándose dispuesto a una reforma constitucional contra la nación. Porque puede haber reformas de la Constitución necesarias, para cambiar la Ley electoral y eliminar la mención al sistema proporcional, o para acabar con el Estado autonómico, que es el problema, pero en lo que están es en la destrucción de España a la trágala.