Miguel Sempere.
Carles Puigdemont convoca elecciones para el 20 de diciembre, a fin de parar la aplicación del artículo 155, en medio de un auténtico caos político que está pasando una alta factura económica con 1.700 empresas que han sacado de Cataluña su sede social y empiezan a trasladar personal, como es el caso de Catalana de Occidente.
En medio de la división interna del Gobierno catalán, con rumores de dimisión del consejero Santiago Vila, con continuas reuniones y cambios de parecer, Puigdemont parece haber escuchado a los sectores más moderados. La Generalitat mantiene interlocución con el Gobierno de la nación a través del presidente del gobierno vasco, Iñigo Urkullu, y del secretario general del PSC, Miquel Iceta.
El PSOE considera que si se convocan elecciones no hay motivos para aplicar el artículo 155, mientras el PP no había establecido ese criterio. La intervención de TV3 y Cataluña Radio, el aparato de propaganda del independentismo, parece haber sido determinante para la entrada en razón de Puigdemont.
La CUP y Esquerra, en contra
La decisión del presidente de la Generalitat ha causado un profundo rechazo en la CUP, cuya postura oficial es que «no avalaremos ningún escenario de elecciones. Reafirmamos el mandato popular del 1-O. República ahora sin más dilaciones. Sin miedo«. Por su parte, el diputado de Esquerra Republicana, Gabriel Rufián ha publicado en su twitter: «155 monedas de plata«, dando a entender que se trata de una traición. Algunos centenares de manifestantes con esteladas se han concentrado ante el Palau de la Generalitat para mostrar su descontento. Los gritos de los congregados tildan a Puigdemont de «traidor«. También algunas decenas se han posicionado ante la sede de PdeCat en actitud igualmente crítica. Dos diputados de este partido anuncian su dimisión. Se trata de Jordi Cuminal y Albert Batalla, que no comparten la decisión de ir a elecciones.
Puigdemont se viene abajo
La jornada transcurre en un auténtico caos, en el que Carles Puigdemont da la impresión de que no sabe qué hacer, pues ha habido varios anuncios de que iba a comparecer, de que acudiría al Parlament, con continuas marchas atrás. Carles Puigdemont se está viniendo abajo por momentos.