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Según Piqué, lo mejor es que en la Selección de España jueguen 11 separatistas

Redacción




Josep Piqué votando contra España. /Foto: lavanguardia.com

Enrique de Diego.

Gerard Piqué es separatista y ejerce de filósofo peripatético. Tiene una triple personalidad: cuando está en Cataluña, enciende a las masas contra España y lloriquea cuando ofende a la Guardia Civil y a la Policía Nacional. En otra, sus hijos son catalanes, españoles, colombianos y libaneses, así que es un ciudadano del mundo, al estilo globalista; unas veces, con la estelada y otras sale por el registro de sin banderas. Sobre todo, sin la española que se la arranca de la camiseta porque no la soporta.

Y su triple personalidad es cuando llega a la selección de España, que para él es como una familia que juega al fútbol y donde se lo pasa muy bien haciendo mofa y befa del patriotismo, que tampoco está muy alto en los comentaristas deportivos, que son muy superficial, pues el fútbol tampoco es la física cuántica. Según Piqué, «un independentista podría jugar en la selección española, porque no hay selección catalana y porque el independentista no tiene nada contra España«. Esto es, estrictamente, tomar a los españoles por estultos, lo que es, por otra parte, una de las costumbres más consolidadas de los separatistas.

Es decir, que el llorica de Piqué, mientras no haya selección catalana, está dispuesto a hacernos un favor, mientras solivianta a las masas contra los defensores de España, los guardias civiles y policías, a los que los amigos de Piqué echan de los hoteles como a perros o a judíos. Según Piqué, «tendemos a llevarlo todo al sentimentalismo y al fanatismo cuando somos un grupo de gente que está aquí para que España pueda ganar. Nada más. El que rinda mejor en el campo es el que irá convocado”. Lo del fanatismo corresponde a la segunda personalidad, no a la primera personalidad, la del fanático separatista, que odia a España y ofende a los guardias civiles y policías que se lo están currando, en un camarote para cuatro, mientras el multimillonario Piqué, con su sicav, vive muy cómodamente en hoteles españoles de cinco estrellas.

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Aquí vale todo. No, por supuesto, que un separatista no puede formar parte de la Selección de España. Según la lógica egoísta y chusquera de Piqué, podrían saltar al campo once independentistas y todos encantados, y pitar el himno, como hacen los amigos de Piqué, y todos arrancarse la bandera de la camiseta, como hizo Piqué.

Piqué no puede estar en la Selección de España. Nunca ha debido estar. De seguro, que los aficionados alicantinos, tan patrióticos y amantes de España, tan contrarios a los países catalanes en los que quieren meterlos con calzador los amigos de Piqué, le dejarán claro que su presencia en la Selección es absurda, inoportuna y estrictamente ofensiva.