Enrique de Diego.
La Guardia Civil y la Policía Nacional cometieron errores abrumadores que hicieron inevitable la masacre de Atocha EL 11-M. Los mossos han cometido errores garrafales que han permitido la masacre de Las Ramblas y el atentado de Cambrils. Las polémicas entre cuerpos, aquí envenenadas por el inminente reto secesionista del 1 de octubre, en nada favorecen la seguridad de los ciudadanos.
En el debate de La Noche de la Sexta perpetraron una más de sus groseras manipulaciones planteando la cuestión en términos de coordinación. Es una forma de confundir a la gente y de alimentar una polémica política, con bandos.
Los mossos nunca pudieron evitar esta chapuza de atentados llevados a cabo por niñatos fanáticos sin pericia y por un tarugo de imám porque padecían de una ceguera absoluta impuesta por sus mandos políticos, para los que el peligro no era (ni es) el terrorismo islamista -concepto, por cierto, prohibido por el Parlament, en una decisión irracional- sino la islamofobia (ni tan siquiera los mossos pueden hacer referencias étnicas o religiosas en sus atentados).
En estos términos, los mossos ni han hecho ni podían hacer nada: eran una policía ciega e inservible.
1.- Los mossos no detectaron la radicalización y la formación del grupo terrorista porque hacerlo les hubiera puesto a los agentes en peligro de ser tildados de islamófobos. Los terroristas sí dieron muestras de radicalización extrema cuando uno decora su perfil de facebook con fusiles de asalto y otro declara que su primera medida sería «matar a todos los no musulmanes y quedarme sólo con los que sigan la religión».
2.- En diciembre, se decide no poner bolardos porque los políticos consideran que Cataluña no es objetivo terrorista, es el paraíso de la diversidad y todo el mundo está muy integrado.
3.- No es que no haya habido coordinación -argumentario de periodistas lacayos con ensoñaciones de policías frustrados, como los contertulios de La Sexta- es que los mossos han ido mucho más allá: han desconectado, que son las órdenes venidas desde arriba. De hecho, en los últimos meses han tenido vías de investigación abiertas para descubrir «topos» del Cuerpo Nacional de Policía y se ha cambiado la cúpula política para ir hacia la ilegalidad secesionista.
4.- No hay bolardos en Las Ramblas. Por supuesto, el atentado podría haber tenido lugar en otro sitio, pero no en Las Ramblas. Y la operación Jaula es un auténtico fiasco. De hecho, el terroristas mata a otra persona, Pau Pérez, y todavía ataca a otra mujer, antes de ser abatido.
5.- Donde los mossos hacen el más soberano ridículo y se muestran como unos completos inútiles es en Alcanar y eso es una evidencia manifiesta. Hay una tremenda explosión, un cúmulo de bombonas y hay un herido, musulmán, al que no se interroga y se pierde por completo la posibilidad de impedir el atentado. Que no se deje entrar a los Tedax de la Guardia Civil es por añadidura. La cuestión es que los mossos deciden que están ante un laboratorio de cocaína porque huele a acetona. Es para que haya dimisiones y exigencias de responsabilidad.
Hacer una defensa de los mossos porque son de «los nuestros», separatistas, es, lisa y llanamente, sectarismo irracional. Los atentados han sido una auténtica chapuza, trágica; la actuación policial, en cuanto a investigación, nefasta.
Lo más grave de todo es que la clase política catalana está manteniendo la ceguera, estableciendo como riesgo para la sociedad el invento totalitario y liberticida de la islamofobia y sin referencias en las condenas al yihadismo ni al terrorismo islamista.