Miguel Sempere
El debate en Podemos toma cada día más el tono de una teleserie, de un culebrón, mientras cada vez está más clara la pelea por los puestos, entre Pablo Iglesias que quiere controlar el poder y los seguidores de Iñigo Errejón, que se ven abocados a ser minoría y a ser acusados de fraccionalistas, al estilo de la vieja izquierda.
Como si no se vieran, ni tan siquiera pudieran hablar por teléfono, como protagonistas de un reality show, con un lenguaje preadolescente, Pablo Iglesias ha hecho público una carta a Iñigo Errejón.
El líder de Podemos confiesa preocupación por la rebelión interna y por el apoyo que Errejón y su proyecto recaban en los medios de comunicación, y se esfuerza en dedicar elogios a su secretario político, al que llama «amigo» e incluso «hermano«: «Quiero un Podemos en el que tú, uno de los tipos con más talento y brillantez que he conocido, puedas trabajar a mi lado y no frente a mí«. Podemos está degenerando en una pandilla que no acaba de llevarse bien, porque andan ya desorientados, aunque aún les queda lo de la sociedad de autobombos.
Iglesias reprocha a Errejón los términos del duro manifiesto que este firmó el viernes junto a más de 300 dirigentes de Podemos. «Me preocupa«, dice, «que nuestros debates se banalicen«. Se refiere, entre otras cosas, a que los errejonistas calificaran de «involución democrática» que en el congreso del partido se voten conjuntamente las propuestas políticas y organizativas y las listas a la dirección, como pretende Iglesias. Los afines al número dos discrepan y piden una votación por separado para evitar, aseguran, que el cónclave se convierta en un «plebiscito» sobre el líder. «No me puedes pedir que desvincule mi papel como secretario general de mis ideas«, argumenta Iglesias. «Votar a la vez las ideas y a las personas no es una invitación a un duelo en el Ok Corral, ni una pelea de gallos, ni una involución democrática«, se queja el líder, sino «una propuesta tan legítima» como la del secretario político.
«Por eso me preocupa que prevalezca la idea del duelo antes que la del debate fraterno. Tú y yo no somos gallos de pelea, somos compañeros«. De gallos de pelea y de duelos ha hablado estos días Errejón para reclamar a Iglesias que permita el debate de ideas por separado al de las caras.
Hay western de serie B y españoladas que tienen un lenguaje de mayor nivel intelectual.