Enrique de Diego
Se pierde la memoria para encontrar en esta España expoliada y degradada por los poderes fácticos para encontrar una persona de tanta entereza y coraje como Pedro Sánchez, capaz de soportar un linchamiento cruel e inmisericorde de toda esa oscura trama de intereses, de esa casta, Mariano Rajoy y Felipe González, tanto expolian el uno como el otro.
Todos los medios de comunicación contra él, porque tienen una única línea editorial con diversos enjuagues. Dice el ultralacayo Alfonso Rojo que coinciden en los hechos. No, coinciden en los intereses y en las interpretaciones torticeras a favor de un sistema corrupto, de Mariano Rajoy a Felipe González, a Griñán y Chaves, a Bárcenas y Rita y Rato, a Bono y Granados.
Ha hecho dos campañas heroicas contra tirios y troyanos, manteniendo la dignidad; contra enemigos y falsos amigos, con un fuego amigo graneado y constante. Enjuto y ascético como un espartano; le van dejando solo a golpe de traición mientras él mantiene la entereza, la palabra y las convicciones. Por fin, un hombre de principios.
La jauría nauseabundo de los orcos lacayos peperos y el putrefacto Grupo Prisa, la Conferencia Episcopal y el hundido Abc, le lanzan continuas dentelladas y tratan de dañar su crédito aventando infundios y ponzoñosas injurias. Dos son muy groseras. Que antepone sus intereses…Cuando si hubiera cedido al pacto mefistofélico de la satánica casta, ésta hubiera desplegado ante él la oferta de sus prebendas y sinecuras. Esa misma casta que tiene comprado al melifluo Madina por vía telefónica conyugal. Otra, que quiere pactar con los secesionistas, cuando siempre ha hablado de un pacto con Podemos y Ciudadanos. Mayor el descalabro de esta formación en gallegas y vascas, pero nada se dice, porque Albert es chico bueno dedicado a la mentira y atrapado por la banca.
Como Leónidas en las Termópilas, Pedro Sánchez contra todos, aguantando carros y carretas, porque hizo campaña contra el PP y contra Rajoy e investir a este indecente es un fraude y hundirá al PSOE para los restos –a la PSOE de traicionera Susana Díaz-. Por supuesto que están los poderosos contra la gente, hundiéndola y empobreciéndola, y los poderosos -con Jerjes Cebrián- están contra Pedro Sánchez.
En medio de los harapos de los críticos, de cargos públicos sin criterio, de verónicas sin pañuelo misericorde, Pedro Sánchez está destacando por sus bellos atavíos de hombre de principios. Cada vez su figura se engrandece, se eleva hasta dejar en evidencia la componenda y situar a la hueste caníbal del felipismo, corrompido por los crímenes cometidos y por la corrupción consentida y practicada, como una pandilla informe de macarras y pigmeos.