Miguel Sempere
Libertad Digital practica el periodismo egipcio. En el año 2014, se inventó un “escrache” ante el domicilio del entonces alcalde de Leganés, Jesús Gómez Ruiz. En esa acción trató de implicar a los cuatros concejales de ULEG.
Sin contraste alguno, y al dictado del citado Jesús Gómez Ruiz, haciéndose eco de una denuncia por una manifestación celebrada el 12 de marzo, afirmaba que desde el domicilio del citado Jesús Gómez, se pudieron escuchar gritos como «alcalde dimisión por fascista y por cabrón», «alcalde de Leganés, qué hijo puta es» o «alcalde de Leganés que corrupto es».
La manifestación, a la que habían acudido unas 200 personas, estaba convocada por una asociación de vecinos de la ciudad. La información introducía un elemento de emotividad resaltando que en ese momento en el interior de la vivienda se encontraba el propio edil, pero también su mujer y su hijo de siete años.
La réplica de ULEG
ULEG quiso ejercer el derecho de réplica en los siguientes términos:
1º) Ningún concejal de ULEG profirió ningún grito y menos aún ningún insulto de ningún tipo al alcalde de Leganés. El propio vídeo con el que se ilustra la información acredita y prueba que no se sostiene de ningún modo tal acusación.
2º) El partido Unión por Leganés ni convocaba, ni organizaba la manifestación que se celebró el pasado 11 de mayo.
3º) La manifestación transcurrió entre la conocida Glorieta de Los Cabezones y la Plaza España de Leganés, el recorrido habitual desde hace lustros de prácticamente todas las movilizaciones sociales con independencia del contenido político de las mismas que se celebran en nuestra ciudad. La Avenida de Fuenlabrada, donde al parecer tiene el domicilio el alcalde de Leganés, es paso inevitable en ese trayecto.
4º) La manifestación estaba autorizada legalmente y se celebró con total y absoluta normalidad, donde no nos consta la existencia de ni un solo atestado policial al respecto, siendo lo más extraño de la misma el que desde una ventana de la Avenida de Fuenlabrada apareciera una mano con un móvil blanco que enfocaba a la manifestación. Hecho insólito que hizo que varios manifestantes se preguntaran el motivo.
5º) Como en toda manifestación o en actos públicos donde está presente una multitud (p. ej., en campos de fútbol) se profieren gritos, exclamaciones e incluso improperios. De todos ellos son responsables sus autores, en ningún caso tal autoría se extiende a los que en su legítimo derecho a acudir a una manifestación legalmente convocada y celebrada allí están presentes y actúan con normalidad como fue el caso de quienes exigimos la rectificación.
La defensa de un accionista que primó con dinero público a Libertad Digital
Sin embargo, Libertad Digital introdujo apostillas para mantener su versión mendaz del “escrache”, por lo que ULEG tuvo que recurrir a los tribunales.
El Juzgado de Primera Instancia número 2 de Leganés, sentencia 129/14, de 28 de octubre de 2014, estimó “íntegramente” la demanda formulada por Carlos Delgado Pulido y el grupo ULEG, por lo que Libertad Digital se vio obligada a publicar la réplica.
No se trataba de un simple error periodístico o de un empecinamiento, sino de una muestra de periodismo egipcio losantiano. Por de pronto, Jesús Gómez Ruiz, hoy diputado del PP en la Asamblea de Madrid, era y es accionista de Libertad Digital. Había sido opinión de ese medio, cada día en mayor descrédito. Fue colocado por Esperanza Aguirre y Federico Jiménez Losantos como candidato cunero por Leganés y cuando Libertad Digital se inventó el escrache estaba “a sueldo” del alcalde. En octubre de 2012 se contabilizó en el Ayuntamiento una factura a favor de Libertad Digital, por 1.815 euros. La contratación de publicidad con ese medio fue superior a seis mil euros. Tenía también contratado a un periodista de Libertad Digital, Miquel Roselló, con 400 euros mensuales de las arcas municipales a cambio de que administrara la cuenta de twitter del alcalde, cuestión que es muy dudosa que tuvieran que pagarla los contribuyentes.
Losantos, siempre predicando para los demás lo privado y siempre parasitando de lo público.